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Es una realidad que es normal en la vida de toda persona conforme llega la edad, y normalmente es una etapa que se llega con una vida llena de experiencia positiva de su biografía, y se es un gran comunicador y maestro de vida, y cuyo fin es hacer feliz a sus hijos y nietos fundamentalmente.
El disfrute de un abuelo es corto para los nietos, y para los hijos es una felicidad y alegría mientras dure.
El abuelo se realiza y se deshace en felicidad con la atención a los nietos, en sus juegos, en sus bromas y sonrisas, en su conversación de diálogo adaptado a las edades de cada nieto, a responder de todas las cuestiones que le plantea, a pasear juntos e informarle de la vida, del paisaje humano, de relaciones humanas y sociales, de historia y cultura, de valores de la persona, del porqué del mal y su identificación, de servicio a los demás por el bien de los demás y de uno propio, de paz y respeto en convivencia, y un sin fin de temas que interesa al nieto música, historia, informática, lectura, cine, ciencia, arte, personajes de todos los ámbitos de la vida social, económica, cultural, etc., que en ese momento quiere saber el nieto.
El abuelo complace al hijo y padre de sus nietos, le apoya con su consejo, con su tiempo, con todo servicio material y con su parecer a sus preocupaciones.
Este viernes día 26 de julio, San Joaquín y Santa Ana, se celebra el día de los abuelos, tanto monta, monta tanto, abuela cómo abuelo. Es un día de dedicarse a ellos correspondiendo a sus desvelos y cariño, y tiempo dedicado sin intereses a sus hijos y a sus nietos.
