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La mentira caracteriza la sociedad actual, y en la política es epidemia. Acaba el CIS de comunicarnos su última encuesta: como era de esperar, gana el PSOE y pierde VOX; gana el “doctor cum Fraude” y pierde Abascal. Lo de Tezanos ya ni a los bobos engaña, pero no ceja en sus mentiras.
Pero el gran circo de las mentiras lo vemos en el tira-afloja de Ciudadanos por querer gobernar sin que participe VOX, a sabiendas de que, si VOX no participa, Cs no gobierna. Este problema tan sencillo de resolver, no lo quiere o no lo puede resolver Cs porque considera que ‘por su cara bonita’ VOX debe poner los votos que ganó a disposición de Cs. ¿Hay mayor mentira que no reconocer la verdad? Esta postura de Cs ha merecido un justo reproche de VOX: “la ciega e irracional negativa de Ciudadanos”. Cabe, sin embargo, otra interpretación: que las decisiones estratégicas de Cs procedan de oscuros intereses allende los Pirineos, sin descartar los largos tentáculos del tenebroso Soros; en ambos casos estos saben que el partido de ‘ultraderecha’ VOX nos es fascista, pero si saben que es el único partido cristiano con diputados en el Congreso. Y eso no lo pueden tolerar. Además de la batalla mediática que emprendieron desde el éxito de VOX en Andalucía, ahora tratan de orillarlo con este cordón sanitario de su lacayo ideológico Cs, que precisamente de derecha no tiene nada, aunque mienta para parecerlo. Y los periodistas lo saben, pero siguen propagando esta mentira. En fin, el bloqueo así originado, sea cual sea la última causa de la postura de Cs, está servido y dificultará la formación de gobiernos en la región de Murcia y en la Comunidad de Madrid.
Y no solo Tezanos. Cada quien saca su encuesta particular (¿al servicio de quien?) y afirma que los votantes de VOX están disgustados con su partido. Otra mentira. Tengo más contactos con afiliados y votantes de los pueda tener el periodista más encopetado y puedo decir y digo que en ambos colectivos estamos contentísimos de que el partido VOX no se baje los pantalones, ante la anti-democrática y lacayuna postura de Rivera. Y o Rivera dobla la cerviz ante el sentido común y los principios democráticos señalados por los votantes, o Cs se queda sin gobierno. Y los futuros votantes sabrán que VOX es un partido serio, en el que se puede confiar, que no se acongoja ante las oscuras fuerzas transpirináicas, ni ante el tenebroso y anti-democrático Soros. Y si estos se llevan el gato al agua, de que gobierne la ultra-izquierda, pues que gobierne la ultra-izquierda. Esto lo sabrán los votantes del Partido Popular y los del ultra-veleta Cs y, para que en la próxima convocatoria no acabe gobernando la ultra-izquierda, darán su voto a VOX. Así, a la corta o a la larga VOX consigue lo que pretende: impedir que gobierne la ultra-izquierda. Aquí está el secreto de la valentía y de la dignidad de VOX y el premio al ejercicio de estas virtudes. Por eso cuando algún que otro político o algún que otro periodista paniaguado dice que esa postura perjudica a sus votantes, no hace otra cosa que proferir una mentira más.
A Maroto le he oído decir en Radio Nacional de España que “le han dicho, incluso cargos de Vox, que volverían a votar al PP pese a estar en Vox porque con Vox lo único que hay es un riesgo extremo de Gobiernos de izquierda”. Esta afirmación dicha por un político sólo me la creeré si da nombres y apellidos de esos ‘cargos de VOX’. Me apuesto cualquier cosa a que Maroto se callará como un muerto. Si así ocurre, sabremos que ha dicho una mentira.
Que en esta trifulca –nunca mejor dicho- el obstáculo incomprensible lo marca Ciudadanos, no cabe duda. Cuando Villegas dijo que no se sentarán a negociar acuerdos de gobierno con VOX en una mesa “a tres” y cuando Ignacio Aguado, también de Cs, afirmó que hablará con todos los grupos pero que solo negociará con los populares, se nota que nos les gustan las verdades. Porque ya en Murcia, mientras escribo estas líneas y bajo la batuta de García Egea del PP, Ciudadanos se ha sentado con VOX para discutir el pacto de gobierno tripartito.
