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Ver para creer
La verdad es que uno ya empieza a pensar que el anormal y el raro debe ser uno mismo porque no es capaz de entender cómo puede haber gente de una ciudad que rechace la riqueza económica que le puede traer la afluencia turística.
Pero parece que en Barcelona los tontos van ganando por goleada y han impuesto sus criterios sobre la gente normal, razonable e inteligente que, por lo que parece, en Barcelona corren un serio peligro de extinción.
La Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona no quieren turistas en la ciudad t así se lo quieren a hacer saber a los propios turistas. Les quieren convencer para que no cuenten en sus lugares de origen que han estado en Barcelona ni todo lo que allí se puede ver, para que no vayan más. Es más, quieren hacer ver al turista que ellos forman parte del problema y pretenden que, convenciéndolos de ello, sean ellos mismos los que hagan lo posible para que a Barcelona cada vez acuda menos turismo.
Por supuesto el problema es el turismo. Los manteros, delincuentes, la inmigración desmedida, los “okupas”… eso no, eso forma parte del encanto de la nueva Barcelona que estos “prendas” quieren. El turista que viene a dejarse su dinero a la ciudad, ese no. Ese, ni ellos saben por qué, ese forma parte de un problema que, por mucho que lo intentemos, no conseguimos ver por ningún lado.
Lo dicho, el surrealismo se ha instalado en la sociedad española en general y de una forma muy importante en la sociedad barcelonesa porque, vean el vídeo, ¿esto le puede parecer normal a alguien?
La Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona hace una campaña dedicada a turistas (“forman parte del problema”) en la que les pide no hablar de Barcelona al regresar a sus países.
Buena idea: que oculten la inseguridad, el incivismo y la suciedad.
No cabe un tonto más. pic.twitter.com/CH9su9eaxj— Guaje Salvaje (@GuajeSalvaje) July 31, 2019