Espeleólogos equipados en el chino

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La razonable queja de Revilla

Por primera vez, y sin que sirva de precedente, no podemos estar más de acuerdo con el comentario que ha hecho Miguel Ángel Revilla tras el rescate de las tres espeleólogas que el pasado lunes se perdieron por espacio de 50 horas en la cueva Cueto-Coventosa, el mayor pozo de Europa.

¡Gran alegría! Pero atentos, no podemos estar todo el día gastando dinero público para aventureros/as. En Cantabria hay cuevas de todo tipo: con pinturas, para gente con silla de ruedas

Y no lo decimos por este caso en concreto en el que, al parecer, no ha existido negligencia por parte de ninguna de las personas rescatadas, pero siendo cierto que Revilla es un charlatán -tal y como le responde algún tuitero-, no es menos cierto que hasta los charlatanes en alguna ocasión tiene razón y con este comentario la tiene.

No puede ser que se adentre en una cueva, en el monte o se atreva a escalar una montaña gente que no tiene preparación, que va sin la equipación necesaria y que lo hace como si fuera a tomar algo al bar de la esquina. Si ese tipo de deportes se llaman “deportes de riesgo” es por algo. Y en casos como este, además de lo carísimos y complicados que resultan los rescates, también se pone en riesgo la vida de los propios rescatadores.

Una hora de helicóptero cuesta, tal y como afirman las autoridades cántabras, 1.900 euros y no nos podemos hacer cargo todos de irresponsables que quieren correr la aventura de su vida sin tener el más mínimo conocimiento de lo que van a hacer. Por otro lado, también es cierto que también cubrimos con nuestros impuestos las muchas tonterías que hace Revilla, pero no es menos cierto que cuando tiene razón hay que dársela.

Aunque sea porque, con lo muchísimo que habla, alguna vez tiene que acertar.