Pedro Sánchez Felipe González

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Has lo que yo digo, pero no lo que yo hago

De la cara de Pedro Sánchez se podría sacar el suficiente hormigón armado como para construir la mayor mega construcción que cualquiera pueda imaginar. Es tal su desvergüenza que todavía causa sorpresa debido a que continuamente traspasa sus propios límites.

Hace unos días, en un pequeño debate entre Felipe González y José María Aznar, González dijo de la situación actual para la investidura de Pedro Sánchez que habría que llevar a los políticos como a los niños, “al rincón de pensar“, ya que no se podía llevar a los ciudadanos a “otras elecciones“, en clara referencia a lo que está dejando entrever ahora Pedro Sánchez.

Contestando a estas palabras al ser preguntando en una reciente entrevista de La Sexta, Sánchez ha dicho lo siguiente: “Respetando su criterio y su opinión, me gustaría que dijese lo mismo que en 2016, que se abstuvieran PP y Ciudadanos y facilitasen la formación de Gobierno“, algo a lo que, recordemos, este caradura se opuso.

Del famoso “NO ES NO”, Pedro Sánchez ha pasado ahora al “YO ES YO”, es decir, a que todo lo que no valía para los demás es lo que se debe hacer ahora con él. En ningún momento facilitó la investidura de Rajoy, es más, cuando el PSOE decidió abstenerse él abandonó el hemiciclo para no participar de ello.

¿Cómo es posible que ahora pida del PP o de Ciudadanos lo que él fue incapaz de hacer? ¿Cómo puede tener tanta cara? Es inaudito lo de Pedro Sánchez y digno de estudio. Si Pablo Iglesias decía de sí mismo que había que “cabalgar entre contradicciones”, Pedro Sánchez es la contradicción más absoluta, nos toma a todo por tontos. Y, recordemos, Sánchez no solo es Presidente del Gobierno ahora, es el máximo favorito de convocarse unas nuevas elecciones.

Y dentro de cuatro años volverán los lamentos a toda España. Esta vez lo tendremos bien merecido.