ÚNETE A NUESTRO NUEVO CANAL DE TELEGRAM
ÚNETE A NUESTRA NUEVA COMUNIDAD EN VK
Más cara que espalda
Elisa Beni ha publicado un artículo en el panfleto de Ignacio Escolar, eldiario.es, en el que trata un asunto tan delicado como el de la corrupción en el Poder Judicial. Y lo hace ahora, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, para atacar el nombramiento como fiscal de Sofía Marchena, hija del juez Marchena.
Y lo curioso de ese artículo es leer las frases tan “estupendas” que utiliza Beni en su artículo. Como esa que encabeza el mismo y que dice: “Hay un poder, el Poder Judicial, cuya cúpula se escapa a cualquier control. Está haciendo y deshaciendo, poniendo a los amigos, copando los tribunales, alterando sus disposiciones, sin que nadie pueda revisar sus actos“.
Es decir, Elisa Beni se ha puesto muy estupenda y muy justiciera ahora. Y decimos ahora porque antes formaba parte de ello y no decía nada, más bien se beneficiaba. Tanto se benefició que llegó a escribir un libro sobre su ex-marido, el juez Gómez Bermudez, justo cuando era el presidente del Tribunal que juzgaba los atentados del 11 de marzo. Es decir, aprovechaba la fama adquirida por su entonces marido gracias a ese juicio para publicar un libro y sacar un poquito de pasta, ella que es tan estupenda ahora y, sobre todo, tan justa e imparcial.


Debe pensar Beni que los españoles nos chupamos un dedo y que no tenemos memoria, tanto lo debe pensar que con artículos como este pretende tomarnos por tontos y por desmemoriados o tarados. Pero no nos sorprende, eso es lo habitual en la extrema izquierda en la que ella milita ahora y de la que tan bien vive.
Esa extrema izquierda del “haz lo que digo”, la misma que si haces lo que ellos hacen te pone de vuelta y media. Esa a la que Elisa Beni se ha incorporado hace bien poco y de la que vive tan bien pisando televisiones, radios y pretendiendo convertirse ahora en líder de opinión. La opinión de una choni que nos pretende tomar el pelo.
Que le encanta a esta mamandurria enseñar cacha.
Esta no engaña a nadie, sólo al que sea de su misma cuerda. Es todo una contradicción.