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¿Te imaginas llamarle a un negro, negro?
No, ¿verdad? Te llamarían racista, te llamarían xenófobo, te insultarían, a un negro hay que llamarle hombre “de color”, afroamericano o cosas similares porque de lo contrario serías insultado.
Pero lo curioso es que esos mismos que te insultarían si tú te expresaras de esa forma, en su mayoría admiran que lo hagan personajes de ficción, como por ejemplo el House. En House es algo irreverente, es que es así, es que expresarse como se expresa forma parte de su forma de ser, pero en realidad lo que admiran de House es que a ellos les gustaría expresarse así, llamando a las cosas por su nombre y sin ningún miedo a lo que pueda decir la gente.
Es curioso lo de esta sociedad, uno de los personajes más admirados de la ficción de los últimos tiempos. Un personaje cuyas frases son incluso utilizadas en redes sociales para fardar o para lanzar algún tipo de mensaje “profundo”, triunfa porque habla y dice las cosas como le gustaría hacer a todo el mundo. ¿Se dan cuenta? Esa ha sido la base del éxito de House.
Prueba a decirle en público a una mujer que “está enseñando las tetas con ese top tan escotado”, te matan. Pero en House lo admiran porque a todo el mundo le gustaría decir lo que piensa, con educación, pero sin tapujos. Sin pensar en que tiene que usar lenguaje inclusivo, biensonante o políticamente correcto.
Un negro es negro. Una mujer fea es fea porque tú la ves fea. Otra que va con mucho escote´le gustará, pero también está enseñándote las tetas. Piénsalo. Piensa en los motivos por los que un personaje como House ha tenido tanto éxito y te darás cuenta que cuando no llamas a las cosas por su nombre, pero con educación y sin ofender a nadie, estás haciendo el ridículo.