Carles Torras Susanna Griso Carina Mejías
Carles Torras junto a Susanna Griso

ÚNETE A NUESTRO NUEVO CANAL DE TELEGRAM

ÚNETE A NUESTRA NUEVA COMUNIDAD EN VK

Un auténtico “hooligan”

Han sido varias las ocasiones en las que hemos escrito algo relacionado con Carles Torras, el marido separatista de Susanna Griso. Y es que nos resulta bastante sorprendente la falta de prudencia que tiene este hombre siendo marido de quien es y causando problemas al trabajo de su mujer de la formas tan gratuíta y exagerada.

Se ha metido con el Rey, con el PP, con Vox, con Ciudadanos, con Inés Arrimadas… ha disparado contra todo lo que a él viera como un ataque a su causa que no es otra que la separatista. Ahora le toca el turno a la que fue concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona, Carina Mejías.

Carina Mejías

Y todo porque a Carina Mejías se le ha ocurrido la “terrible” idea de criticar el pastizal que se lleva el presentador y productor Toni Soler de TV3 y de los impuestos de todos los catalanes. Crítica, por otro lado, bastante lógica si tenemos en cuenta la mareante cifra que factura y si tenemos en cuenta, también, que su productora vende programas a las televisiones nacionales.


Torras ha contestado a este tuit insultando a Mejías y comparando el dinero que Soler gana con el dinero que ha ganado ella como política electa de Ciudadanos: “¿Se puede ser más demagoga, señora? Ah, sí, formando parte de Ciudadanos se puede ser bastante más… de momento vaya mirando también la audiencia que han tenido estos programas y los millones que ha ingresado TV3 gracias a ellos. Que su sueldo de política mentirosa y provocadora también lo pagamos todos“.


Y es que parece que Torras no tiene filtro en cuanto se osa criticar algo de su “querida república”. Pero lo peor es que después no dice ni “esta boca es mía” cuando Blanca Basiano, compañera de trabajo de su mujer, es atacada, acosada e insultada por sus colegas separatas. Debería tomarse unas cuántas tilas el señor Torras y ser un poco más moderado, aunque sea separatista, que eso no está reñido con la educación, aunque no lo parezca.