ÚNETE A NUESTRO NUEVO CANAL DE TELEGRAM
ÚNETE A NUESTRA NUEVA COMUNIDAD EN VK
El atentado se produjo el 21 de mayo de 1981
El 21 de mayo de 1981, Federico Jiménez Losantos que, por aquel entonces, residía en Cataluña sufrió un secuestro y un atentado a manos de terroristas de ‘Terra Lliure’.
Jiménez Losantos fue abordado por dos terroristas, no activistas como dicen en TV3, en el número dos de la Plaza de Molina de Barcelona. Le introdujeron en un coche y le condujeron por la Diagonal hasta llegar a un descampado en Esplugas de Llobregat. Una vez allí, ataron a Federico Jiménez Losantos a un árbol y le dispararon en la pierna derecha al tiempo que amenazaron con matarlo si no abandonaba Cataluña.
Hasta aquí, y de una forma muy resumida, el atentado contra Federico Jiménez Losantos. El “terrible” motivo por el que el ahora presidente de Libertad Digital sufrió ese atentado no fue otro que la firma de un manifiesto junto a otros intelectuales en el que se pedía la posibilidad de que en Cataluña la gente tuviera la misma libertad de expresarse en castellano como la que se tenía de expresarse en catalán.
Los ataques sufridos contra los firmantes de aquel manifiesto fueron terribles tanto desde Cataluña como desde fuera de ella. Empezando por el entonces presidente del Parlamento catalán, Heribert Barrera, y terminando por medios como ‘El País’ fueron muchos los personajes públicos que azuzaron el odio del populacho contra aquel manifiesto que, por otra parte, estaba tremendamente justificado. A día de hoy ya podemos ver a qué extremos se ha llegado.
Y las consecuencias de azuzar a todo el mundo contra los firmantes de aquel manifiesto las pagó Jiménez Losantos en primera persona. Como podrán ver, el adoctrinamiento de masas y el odio que se genera desde el separatismo en Cataluña no es nada nuevo, viene más bien de lejos. Y las personas que, desde hace mucho tiempo, son víctimas de ese odio son, en su mayoría, menos conocidas que Federico. Mucho sufrimiento en silencio es el que ha provocado y sigue provocando el separatismo en Cataluña. Y lo peor, nadie hace nada por acabar con ello.