De vergüenza ajena
A pocas horas de conocer la sentencia que emitirá el Tribunal Supremo con respecto al famoso caso de “La Manada” es de auténtica vergüenza ajena ver los comentarios que el movimiento feminista, y de sus asalariados, están haciendo al respecto.
Para esta gente no harían falta ni investigaciones, ni abogados, ni fiscales, ni jueces, ellos ya han emitido su veredicto porque todo lo saben y todo lo conocen. ¿Para qué investigar si ellos ya han decidido? Se está produciendo un nuevo movimiento social con la clara intención de influir en la decisión de los jueces. Una auténtica vergüenza, otra más, de una gente que después va por la vida hablando de democracia, de libertad de expresión, de igualdad y de presunción de inocencia.
Hablan ahora, gritan, salen a la calle y se movilizan en las redes sociales pero cuando las víctimas son otras y los culpables son marroquíes, argelinos o africanos, por ejemplo, callan y se quedan en casita. Y las que viven de ello, porque viven gracias a las subvenciones que reciben por delitos como este, tiene un pase, vergonzoso, pero pase al fin y al cabo. Pero los que se mueven al son que les marcan asociaciones y prensa manipuladora no tienen justificación alguna porque son títeres que se mueven por modas, no son más que unos oportunistas.
Y mira que lo tienen fácil porque no tendrían más que movilizarse de la misma forma fuera quien fuera la víctima y fuera quien fuera el agresor. Pero no, ellos solo se mueven por dinero, ellos solo se movilizan cuando pueden conseguir un beneficio económico. En este país cada vez hay más marionetas sin criterio propio y menos gente independiente que no se deja influir por lo que piensen los demás. Qué asco dan.
Las feministas son escoria, y se comportan como tales…