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Menuda trayectoria
Humillaciones, saqueos impositivos, traiciones, pucherazos y mentiras, sobre todo mentiras. Esa ha sido la trayectoria política que todos conocemos de Pedro Sánchez desde que se hizo con las riendas del PSOE tanto la primera vez como la segunda.
Y a pesar de todo lo que ha hecho. A pesar de sus mentiras, de su descaro, de sus traiciones e incluso de habernos avisado que el saqueo impositivo al que nos va a someter va a dejarnos con los bolsillos vacíos, llega el 28 de abril y vuelve a ser elegido presidente del gobierno (soy incapaz de decir tras ver los resultados que haya sido el más votado).
Pero el día 26 de mayo se celebran otras elecciones y Sánchez, al que el resultado electoral del 28 de abril ya le encumbró a las nubes de su ego y de su vanidad, ya no se corta ni un pelo. Rechaza hablar con los diputados de Vox mientras se da tiernos abrazos con golpistas, separatistas y proetarras. Sigue anunciando medidas completamente impopulares para arruinarnos por enésima vez a todos y lo más fuerte, se da la mano con Oriol Junqueras y le dice “no te preocupes”.
? El día 26 no se olviden de votar al “PSOE” que es lo mismo que ERC. “no te preocupes Oriol” ?♂️?♂️?♂️ pic.twitter.com/CiLwhHtUJ7
— Ramón Rouco (@rouco64) May 21, 2019
Y uno lo ve así, tan descarado, tan enamorado de sí mismo que se da cuenta que ya le da igual todo, que ya no se molesta ni en disimular. Que ya piensa que le quieren tanto que, haga lo que haga, la gente le va a votar. Es como si nos lanzara un mensaje para pedirnos que no le votáramos, que no fuéramos tan gilipollas de volver a votarle otra vez.
Y ahí sigue él. Coloca en la presidencia del Congreso y el Senado a los más separatistas que ha podido encontrar en su partido, como si en todo el PSOE no hubiera más catalanes que los que fueran separatistas o como si en todo el PSOE no hubiera más que personas nacidas en Cataluña.
Y él sigue diciendo: “no me votéis, no me votéis”. Pero llegará el 26 de mayo y le volverán a votar. Y cuando llegue lo que va a llegar, cuando haya dejado pequeño el desastre que nos dejó Zapatero. Cuando la ruina llame a la puerta de todos los españoles de aquí a poco, muy poco tiempo, nos dirá: “os lo advertí”.
Sarna con gusto no pica. Lo malo es que el picor nos va a llegar a todos.