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Seguro que alguno habrá podido sentir esa sensación fría que recorre el cuerpo al pensar en la muerte. Encontramos incluso entre gente de fe terror y pavor ante el hecho de desaparecer de la tierra. Puede que humanamente sea comprensible, pero aquellos que viven en el Espíritu saben que cuando se retire ese velo que es la muerte, se encontrará a Jesús, el mismo que ha estado intercediendo (ROM 8:34) constantemente ante el Padre, cuidándonos y el cuál será nuestro abogado en el juicio. 1ª de Juan 2:1.
Ciertamente, no se puede esconder que habrá que rendir cuentas por nuestros actos, pero nada hemos de temer si hemos obrado en consecuencia con la salvación que Cristo nos ganó en el calvario. A los que ya han sido justificados por su fe en la sangre expiatoria (ROM 5:9) del Salvador y han actuado coherentemente después con ayuda de la gracia, no les espera más que una escalera de oro que lleva a la morada (Juan 14:2) que Él nos preparó. (Tras previamente ser purificados hasta la santificación plena Apoc 22:14).
Este sería el desarrollo de la canción que les traigo hoy llamada I am gonna walk Dem golden stairs de Elvis Presley. Se trata de una canción que encierra todo lo anterior: certeza, esperanza y fe. Su letra interpela y relata como Jesús nos escucha, atiende en la oración o como nos dirá bien hecho (si hemos correspondido) el día que le veamos.
Esta canción va dirigida a todos aquellos que puedan creer que la salvación es por nuestros méritos (Ef. 2:8-9), que tengan miedo del más allá o que no hayan experimentado esa certeza que Cristo nos prometió.
Aquí les dejo la canción y recuerden no hay miedo sino esperanza cierta.
