Votamos principios

Se acercan las elecciones y es importante que tengamos en cuenta, que hemos de votar (si votamos) principios y valores derivados de la Biblia, no partidos. Para guiarles en esa toma de decisión (repito, en el caso de que voten) les ofrezco brevemente los 7 principios recogidos en la siguiente conferencia de César Vidal.

El 1er principio es ORAR.

Si van a la 1ª carta a Timoteo 2:1-3 encontrarán lo siguiente: Exhorto, ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres;por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.

Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador,

San Pablo es muy claro y sabe que la oración, es clave para poder vivir de forma íntegra, tranquila y piadosa. Además, tenemos una misión, que es orar por todos los hombres y en especial por aquellos que están en el poder, aunque sean malvados, para que el Señor los transforme y eso beneficie a la sociedad.

2º principio: Fijaos en Cristo

Reconoced quien es Cristo, el cual se hizo hombre, se hizo siervo para expiar el pecado del mundo y además aceptó la muerte más vergonzosa de la época. Sed siervos como Él.

En la carta a los filipenses, san Pablo los escribe desde prisión y dice en su capítulo 2 versículos del 14-16: Haced todo sin murmuraciones y contiendas,  para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.

La carta, deja claro que nuestra misión, no es pensar que vivimos en una sociedad buena, porque no lo es. Es más, es maligna y perversa, es una sociedad que vive en la negrura espiritual. Es en ese mundo de tinieblas donde hemos de ser luz. De tal modo que una vez que seamos conscientes de ello, ¿queremos tener una participación cristiana en la sociedad y la política? Sed luminarias en medio de ella.

3er principio: Testificar

En el capítulo 10, San Mateo nos muestra el 2º discurso de Jesús, donde envía a sus discípulos y dice en los versículos del 16-20: He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán; y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí, para testimonio a ellos y a los gentiles.  Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar.  Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.

En el versículo 16, Cristo, nos exhorta a no tener una visión romántica y optimista del mundo. Él nos envía a testificar y no a un camino de rosas. En los siguientes versículos, Él nos envía a que demos testimonio frente a gobernadores, reyes y paganos. Pero cuando llegue ese momento, el Espíritu Santo pondrá palabras en nuestra boca.

Ese testimonio, que en mayor o menor medida habremos de dar es menester para cambiar esta sociedad.

4º principio: Conocer que sociedad vivimos.

Para poder cambiar esta sociedad, hemos de ser conscientes de sus pecados históricos, los cuales (se concreten de la forma en que se concreten) rechazan a Dios. Y esto bien lo sabía el protomártir San Esteban que mostró a su pueblo cual era su recorrido en hechos 7: 51-58:

¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.  ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que anunciaron de antemano la venida del Justo, de quien vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores; vosotros que recibisteis la ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis. Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones, y crujían los dientes contra él.

 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios. 

Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él.   Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo.

Esteban, hace aquí una acusación que en mayor o menor medida es perenne para todas las naciones. Así que, si nuestras naciones no cambian, se repetirán los elementos trágicos que la afligen. Pensemos en el caso de España donde la corrupción es sistémica, los pecados que hemos de denunciar son el hurto y la mentira.

5º: Trabajad para transformar la sociedad

¿Como es vuestro actuar? ¿Mentís? ¿Robáis? ¿Sois absolutamente íntegros? Si cada uno de vosotros se reforma y se vuelve enteramente a Dios, marcareis la diferencia y vuestra nación prosperará.

: Obedeced a Dios antes que a los hombres

Cuando los trajeron, los presentaron en el concilio, y el sumo sacerdote les preguntó, diciendo: ¿No os mandamos estrictamente que no enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre.

Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.

En hechos 5:27:29, nos encontramos como los apóstoles, desoyen al sanedrín y los llevan ante su presencia. Este hecho, nos enseña que hay que tener temor de Dios y no de los hombres, pues no buscamos ser populares, no queremos congraciarnos con el mundo sino con nuestro Padre que está en los cielos. Tengamos a Dios como rey y señor de nuestras vidas antes que a ningún hombre.

: Votamos principios y valores.

Hay gente que cree en un partido político casi como en una confesión. Pero esto no puede ser así en los creyentes en Cristo. Los partidos políticos, cambian de parecer y de opinión según les interese, pero nosotros no, de tal forma que, para no quedar confundidos, votaremos (si lo hacemos) a principios y valores derivados de las Sagradas Escrituras. Así que, cuando votemos, votaremos por la vida frente a la muerte (rechazando el aborto y la eutanasia), por la libertad frente a cualquier intento injustificado de control, por la familia frente a sus enemigos, por la restauración espiritual de nuestro pueblo frente a la negrura espiritual en la que esta inmerso.

Recuerden, las sociedades pueden cambiar y son los creyentes los que la cambian cuando deciden obedecer a Dios antes que a los hombres.

Concluyo el resumen de la conferencia de César Vidal con la anécdota histórica que narró.

En 1862, EE. UU. se encontraba inmersa desde hacía un año en una guerra civil que dividió al país en dos mitades (norte y sur). En 1861, su presidente Lincoln era partidario de no extender mas la esclavitud de la población negra. Eso provocó que 13 estados sureños se confederasen y se alzasen. Todo el mundo pensaba que el norte ganaría pues tenia un ejército mas preparado y que sería cuestión de un par de meses para hacer volver al sur a la Unión.

Sin embargo, la realidad fue que se encontraron con un ejercito mucho mejor que los norteños que no dejó de provocar derrota tras derrota al ejercito del norte. Pero en 1862, cuando se acercaba la guerra a su segundo año, las tropas del sur estaban a las puertas de la capital (Washington). En ese momento Lincoln, entró en su habitación, se arrodilló y empezó a orar. Mientras oraba para que Dios protegiera a la Unión, se dio cuenta de que no había hecho nada por la liberación de esclavos negros y mientras oraba le dijo a Dios que si contenía las tropas sureñas el liberaría a los esclavos.

El 17 de septiembre de 1862, las tropas sureñas sufrieron una derrota cerca de la capital y en ese momento, el presidente reunió a su gabinete para comunicarle, su decisión de firmar la emancipación de los esclavos negros.

El gabinete le reprochó los problemas que podría acarrear esa decisión y ante eso Lincoln, les dijo: cuando las tropas del sur estaban a punto de entrar, yo oré a Dios y le hice una promesa. El Señor ha cumplido su palabra y yo voy a cumplir con la mía.

Fue gracias a la decisión de un hombre creyente que se hincó ante Dios por lo que se acabó la esclavitud.

La sociedad puede cambiar y si están dispuestos a arrodillarse y decirle al Señor que haremos todo lo posible para cambiar la sociedad, Él hará el resto.