Aquél que dijo que la clase política era de otra casta, llevaba toda la razón, es más, cada día vemos a estos pedir permisos extraordinarios, recordemos aquél permiso que el político y exconsejero catalán lo pidió para ver a su hijo en vísperas de reyes para verle en un hospital porque sufrió un golpe en la cabeza al caer en el suelo. Este fue metido en la cárcel por delitos de malversación y rebelión por la causa del Procés Catalán. Resulta ahora que el tal José Rull, Turrul y Sánchez solicitan a las autoridades penitenciarias permiso para hacer campaña en los recesos del juicio del procés. Estas solicitudes las hacen las defensas de estos procesados e incluso grabar spots electorales. Y, como no, hacer ruedas de prensa.
A parte de que esto sea posible y conforme a derecho personalmente creo que sería inmoral y de hecho lo es, porque unos señores que están procesados por lo que la ley le está juzgando y la espera de las consideraciones que el tribunal que le juzga, no creo motivo razonable para darles permiso a estos catalanes políticos aprovechados que chapotean en el lodo.
Al parecer los abogados, abogan incluso que estos procesados acudir a estos actos de campaña custodiados por las fuerzas de seguridad del estado y para más inri a aquellos debates electorales a los que sean invitados por los medios de comunicación, a estas solicitudes solamente hay una frase: Contra el vicio de pedir, la virtud de no dar. Aquí en esta España como tenemos una bonhomía muy grande que nos lo pisamos, todo puede pasar.
“Todo ello con el fin de que se les permita “intervenir en condiciones de máxima igualdad con los restantes candidatos en la campaña electoral”. (La Razón) no sé si estas consideraciones son fruto y manejo del este periódico o de los abogados de estos políticos presos catalanes que como los de su calaña siguen metidos en el lodo de la ilegalidad e impudicia de unos señores que quieren destruir España y para colmo la ley posiblemente lo estén pensando esta solicitud, como he dicho antes, no creo motivo razonable para pensar otra cosa.
Como esta España es de cachondeo —según el ex escalde de Jerez, Pedro Pacheco—. Cualquier día un preso de menor condena y corrección podrá pedir permiso para ir a ver una corrida de toros. Posiblemente esté errado en estas consideraciones que hago, pero es de una desvergüenza e inmoralidad pedir permiso unas personas que se les está juzgando por rebelión y malversación y con todo cuanto encierra estas dos infamias en el terreno de la ley, que aunque sean estas peticiones favorables por la ley, no me cabe duda que esta y en estos casos de estos tres políticos presos, no sé si este caso es extraordinario u ordinario, según ley, pero si diré que, esta solicitud está, supuestamente premeditada de antemano, pasada y chapoteada en el lodo sin tamiz ninguno.