Confesión marroquí maté feliz
El asesino en el momento de su detención sacando los cuernos a los periodistas (Twitter)

Mató a Stefano Leo de 33 años cuando se dirigía a su trabajo en Turín

Cuando Stefano Leo se dirigía a su trabajo en la en la tienda K-way de la Piazza CLN, en Turín, fue abordado por Said Mechaout, marroquí y de 27 años de edad. Mechaout se dirigió hacia él y sin mediar palabra le asesinó a puñaladas.

Cuando fue detenido por los Carabinieri ni se inmutó, pero lo terrible fue la confesión que hizo ante los agentes de este cuerpo policial: “Elegí matarlo porque lo vi y él parecía muy feliz y no podía soportar su felicidad“. “Quería matar a un niño como yo, quitarle todas las promesas que tenía, alejarlo de sus hijos y sus parientes“. Y tras reconocer que no le conocía de nada aseguró sin inmutarse: “Decidí que mataría a alguien. Fui a comprar un juego de cuchillos, los tiré todos menos el más afilado. Luego fui a los Murazzi y esperé. Cuando vi a ese chico, decidí que no podía soportar su aire feliz“.

El padre de Stefano, Mauricio Leo, ha hecho las declaraciones totalmente abatido por la pérdida de su hijo: “La idea de que mi hijo murió por una mirada, tal vez debido a una sonrisa que le había dado a su asesino, es inaceptable“.

El caso es que Mechaout ya tenía antecedentes penales por maltrato familiar y por otros actos violentos. Los servicios sociales no habían detectado, a pesar de su violencia, problemas psiquiátricos en este sujeto, pero estaba en la calle.

Produce pavor pensar el buenismo con el que se trata a los delincuentes por parte de la Justicia en toda Europa, sobre todo si estos son inmigrantes. Gente que no debería andar por nuestras calles dado que en casos como este podría haber significado la salvación de alguna vida. Terrible.