Me da igual lo que digan unos y otros. Me da igual que -desde “su casa”- traten de desautorizarlo “un poquito”. Me da igual que la caterva de medios de comunicación antiespañoles “le quiten hierro”. Porque lo que ocurrió el otro día fue, que el lenguaraz y bailarín Iceta (que desde hace bastante tiempo le marca el sendero al PSOE) hizo como que se le había “escapado” una frase y descubrió la “pócima” que los socialistas han venido preparando en sus” laboratorios buenistas” para “general conocimiento” … de los golpistas, que no es ni más ni menos que apoyar otro referéndum para lograr la independizarse. Y, como el PSOE tiene una agenda oculta con 21 puntos pactada con los separatistas para que les ayuden (o se ayuden mutuamente) a romper España tras el 28 de abril, Iceta enseñó su receta, calculando incluso el espacio temporal de 10/15 años para lograr la ansiada independencia.
Como no es la primera vez que hablan de porcentajes, debo aclarar que los separatistas (e Iceta con ellos) no tienen en cuenta el artículo 1.1 de la Constitución Española: “La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”. Por consiguiente, para tomar cualquier determinación sobre la integridad territorial tendríamos que votar todos los españoles. Suponiendo (que lo dudo) que el 65% de los catalanes quisieran separarse de España, habría que hacer la cuenta siguiente: En España estamos 46,5 millones de españoles, de los que 7,4 millones son catalanes. Y su 65% (según Iceta) asciende a 4,8 millones. Por consiguiente, los votos del resto de España suman 41,7 millones (90%).
Mi opinión es que los españoles -incluidos los catalanes buenos, que superan a los malos- no queremos nada más que orden, trabajo y libertad para nuestras costumbres y que nos dejen de experimentos que nos pueden salir muy caros.
Mi consejo de hoy es: ¡¡cuidado con lo que votamos!!