En una escuela pĆŗblica de Barcelona
Como ya sabrĆ”n, en los Ćŗltimos dĆas se han retirado unos cuentos infantiles de una escuela pĆŗblica de Barcelona. Se han retirado 200 cuentos, “Caperucita Roja” y “La bella durmiente” entre otros, y los han calificado de sexistas.
Esa aberrante noticia ha dado la vuelta por toda EspaƱa y no ha pasado desapercibida para el lĆder de Vox, Santiago Abascal, en una de sus Ćŗltimas apariciones pĆŗblicas. Abascal, tambiĆ©n sorprendido por la noticia, ha mostrado un ejemplar de “Caperucita Roja” que habĆa comprado para su hija y se ha referido a Ć©l.
La descripción que ha hecho de los motivos por los que han retirado esos libros ha sido sencillamente genial. La mofa, la burla y las risas que se han echado a cuenta de los promotores de esa censura, a los que ha calificado de lo que son -unos locos- ha sido tan realista y descriptiva de lo que quiere la izquierda para nuestro paĆs que merece ser vista, no una, mil veces.
Y merece se4r vista, no porque esto sea un simple caso aislado, merece ser vista porque esto es la cruda realidad de lo que quiere esta izquierda, este progresismo asqueroso para todos nosotros. Unos tipos que nos quieren decir lo que tenemos que decir, lo que tenemos que hacer, lo que tenemos que pensar e incluso lo que tenemos que leer.
Una gente que se cree poseedora de la verdad absoluta y que, como poseedores de esa verdad, nos quieren obligar a los demƔs a comulgar con ella. Unos chiflados que ya pretenden incluso aleccionar a nuestros hijos para convertirles en gilipollas desde pequeƱos. Pues que conviertan en gilipollas a sus hijos, pero que dejen a los de los demƔs en paz.