Ya ha pasado la Semana Santa. Como -casi siempre- mitad seca, mitad aguanosa. Ya tenemos las elecciones del 28 A, a tiro de piedra. Y la cabeza repleta de mensajes de “todos los colores”. No obstante, nadie sabe a ciencia cierta el resultado final, por muchas encuestas que se hayan publicado y por muchas adivinaciones que se formulen por los propios políticos. Tezanos (como siempre) ha cocinado con la torticera receta elaborada por el presidente; la TVE dirigida por la anciana y fullera mayor del Reino, Rosa María Mateo, cumple a rajatabla las órdenes recibidas de quien la ha “colocado” en premio a las muchas trapacerías cometidas durante muchos años.
Muy poco se ha hablado de las cosas importantes y en cambio se han dicho muchas tonterías incluidas un mogollón de noticias falsísimas. Como alguien tiene que decir alguna verdad, ahí van dos que quiero expresar: Primera. En la historia de nuestra reciente democracia, la gobernanza de España, se la han repartido prácticamente entre el PP y el PSOE. Segunda. Los resultados del paro, siempre los ha empeorado el PSOE y el PP los ha tenido que mejorar.
Ahí van los resultados: cuando cesó González dejó un paro del 22,76%. Cuando cesó Aznar la cifra la dejó en el 11,37%. Zapatero volvió a elevarlo al 22,56% y Rajoy lo bajó hasta el 16,55%. Datos más objetivos, elocuentes y significativos creo sinceramente que no los hay. Pero, al PSOE no le interesa hablar de estas cifras porque lo dicen todo sobre su gestión. Tampoco a Ciudadanos, Podemos, Vox y los demás partidos menores, porque ellos no han gobernado a nivel nacional.
Y se me ocurre preguntar: ¿Tendrán en cuenta los españoles el problema del paro a la hora de emitir su voto?
Desengáñese usted: España es un país de tontos.
Y los tontos actúan… tontamente, VOTANDO A QUIENES LES VAN A LLEVAR AL PARO, DENTRO DE POCO.
En fin, en el pecado llevarán la penitencia.