Estamos todos los españoles sufriendo una decepción conceptual y anímica como consecuencia de un proceso en que se enjuicia a unos golpistas solipsistas o “surrealista”, como dijo un testigo en su declaración ante los jueces del Tribunal Supremo, los Fiscales y la acusación privada, hace un par de días.
Surrealismo que se inspira en las teorías psicoanalíticas para intentar reflejar el funcionamiento del subconsciente, dejando de lado cualquier tipo de control racional. (W). Esta es la situación de los golpistas independentistas acusados y siendo juzgados. Presentan unas declaraciones los acusados, abogados y testigos independentistas la defensa de una narración de los hechos desde un subconsciente que inventa la realidad y dibuja los hechos al estilo surrealista de
Salvador Dalí, catalán de Figueras, de oníricas imágenes surrealistas. Pobres solipsistas oníricos en sus descripciones de los hechos del golpismo. Por ejemplo, dicen la democracia está por encima de la ley, si fuera así sería todo onírico. Este es una parte del juicio. Se inventa la realidad desde su subconsciente y no hay otra.
De otra parte, está el realismo, de testigos no golpistas ni independentistas, gente normal, que describen los hechos tal como fueron, y no son inventados o sueños oníricos surrealistas y solipsistas. Ahí están los testigos que llevamos tres días seguidos, con datos de los hechos tal cómo fueron, sin ensoñaciones. Da calma conceptual y anímica a los españoles que queremos ley, democracia y justicia. Nos va la realidad que son conocidas a partir de los sentidos y se describe por el intelecto y no por el subconsciente. Y narra la realidad con los hechos reales.
Ya está bien de subsconcientes solipsistas.