Apenas faltan 45 día para la celebración de las elecciones generales del próximo 28 de abril, en donde las urnas deberán dilucidar si la fórmula de gobierno que ha llevado a Pedro Sánchez a la presidencia del gobierno continúa o si bien, un acuerdo del centro derecha, puede acceder de nuevo a presidir los destinos de España, a pesar de estar fragmentada en tres partidos.
Según indican las encuestas que se han conocido en los últimos días, por el momento, todo parece indicar que, aunque el centro derecha ganaría en el número de votos, no sería así en el número de escaños que darían lugar a la posibilidad de un gobierno en mayoría, tal y como parece que podría suceder si los tres partidos obtuvieran los escaños suficientes.
Por otra parte, esta voluntad de mayoría, en este caso al nacionalismo, se ha producido en la Comunidad Foral de Navarra, en donde UPN, partido foralista, ha llegado a los distintos acuerdos electorales con el PP, así como a un pacto con la formación de Albert Rivera, mediante el cual, la formación foralista, ocuparía los dos primeros lugares de la lista al Congreso, mientras que el PP concurriría con un tercer puesto en la lista de la cámara baja y por su parte, los partidos de ámbito nacional, ocuparían los primeros puestos en las listas del senado, por delante del único representante de los foralistas presididos por José Javier Esparza
Al conocerse esta coalición- acuerdo que se ha producido en Navarra a fin de impedir la continuidad del gobierno cuatripartito de corte nacionalista, muchos españoles se preguntan, si no es posible que esta misma coalición pudiera extenderse a otras comunidades autónomas o bien para todo el territorio nacional, con algo así como un “España Suma”, evitando de esta manera, la posibilidad de que Pedro Sánchez pudiera mantenerse en la presidencia del gobierno.
En este sentido, cabe señalar que en sectores del centro derecha en España, a la hora de trasladar los resultados de Andalucía al conjunto de España, muchos olvidan que el fuerte crecimiento de alguno de los partidos emergentes que concurrieron a las elecciones autonómicas, se ha debido fundamentalmente al alto grado de abstención de los electores andaluces, cansados de las políticas del socialismo en un régimen político que llevaba gobernando la friolera de 36 años. Además, en aquellas provincias más pequeñas del territorio español en donde estarían en liza 99 diputados, podría darse el caso de que, a pesar de ganar en votos, en el reparto de escaños, podría verse beneficiado el PSOE o bien una de las fuerzas nacionalistas que concurrieran en el territorio en cuestión, dando lugar a que a pesar de ser mayoritario el voto de centro derecha, al estar dividido en tres formaciones, el número de sus escaños se vería reducido en beneficio de quien saliera como primer partido en la circunscripción.
El mayor problema que se está produciendo para la consecución de este acuerdo entre las fuerzas de centro derecha, es precisamente la actitud de alguno de estos partidos, que, desde la celebración de los comicios andaluces, se enfrentan con otros sectores del centro derecha, acusando tanto a sus electores y a políticos como los de “la derecha cobarde” y traidores, cuando la realidad nos dice que no disponen ni de infraestructuras ni equipos para la conformación de listas electorales en todo el territorio nacional.
Junto con esto, todo parece indicar que no tienen excesiva intención de posibilitar acuerdos, puesto que, si volvemos al caso navarro, no ha existido ninguna reacción al pacto de coalición y electoral entre UPN, PP y CS, razón por la que es de suponer que concurrirán con sus propias listas a los comicios generales, autonómicos y locales, dificultando esa mayoría absoluta necesaria para cerrar el paso al gobierno del nacionalismo.
Precisamente esta situación de necesidad de conjuntar el voto del centro derecha en estas elecciones generales, tal y como reclaman Pablo Casado y Albert Rivera, está siendo utilizada por medios de la izquierda por alentar una posible guerra entre sus líderes nacionales, cosa que no sería lógica, teniendo en cuenta que tanto en las encuestas, como en todos los espacios de opinión del centro derecha, los electores, reclaman la unidad necesaria para sacar a Pedro Sánchez de la Moncloa.
Realmente, la situación se está volviendo paradójica, ya que se detecta claramente que la sociedad española y más concretamente el sector de centro derecha, está solicitando esfuerzos a sus líderes para la consecución de acuerdos, pero las estrategias de algunos partidos, posibilitan un enfrentamiento que ni es necesario ni conveniente, debido a que de todos es conocido, quien es el que tiene experiencia de gobierno, quien puede reforzar el mismo y quien puede servir de “conciencia” para que los principios que este sector ideológico español, no vea desviada su fuente ideológica.
Qué bueno sería que, en comunidades como el P. Vasco, Valencia, Baleares, Cataluña, las formaciones se pusieran de acuerdo para facilitar la fuerza de un sentimiento español, que estos enfrentamientos innecesarios y esta falta de unión entre los partidos está originando, yendo de un camino distinto al que pide la sociedad, cansada de comprobar cómo se están haciendo políticas de gobierno netamente perjudiciales para España sin que nadie le ponga remedio.
¿Serán capaces sus líderes políticos de llegar a acuerdos antes y después de las elecciones generales atendiendo al deseo de los españoles que dicen representar, dejando de lado descalificaciones e insultos que no benefician a la unidad de una opción de centro derecha en España?