Santiago Abascal quema autobús senegalés
Santiago Abascal y el autobús quemado en Italia

De milagro no ha acabado en tragedia

El suceso ocurrido en las últimas horas en Milán no ha acabado en tragedia de milagro. La quema de un autobús repleto de niños por parte de un senegalés no ha tenido víctimas mortales por la rápida actuación de la policía italiana.

Estamos llegando a un nivel de buenismo absurdo con la inmigración incontrolada y todo ello nos puede acarrear unas consecuencias trágicas, como podría haber sucedido en Italia de no haberse producido un auténtico milagro. Los europeos nos estamos convirtiendo en extranjeros en nuestra propia casa y estamos siendo sometidos tanto por la inmigración masiva, como por los distintos gobiernos que la permiten y la jalean.

No es racismo, el racismo es el que tienen muchos de esos inmigrantes y todos esos gobiernos con los nacionales de cada país. Sufrimos violaciones, atentados, ataques, robos, están tomando nuestras calles, pero al que se le ocurra alzar la voz y oponerse a todo ello le acaban tachando de racista y acaba echándose sobre él toda la izquierda.

Ayer mismo publicábamos un artículo en el que relatábamos la violación sufrida por una niña en Azuqueca de Henares por parte de una manada de marroquíes y senegaleses, de la cual nos hemos enterado un año más tarde. Manipulación y silencio para que no se hable de estas cosas y para proteger a todos esos delincuentes que se nos ha colado entre tanta inmigración.

Santiago Abascal ha hablado bien claro sobre ello y sin ningún complejo: “Hace unos días, en Holanda. Ahora Milán, donde de milagro no se ha producido una auténtica tragedia. Y los progres aquí hablando de estupideces y blanqueando al islamismo radical“. Y tiene toda la razón, ya está vez de callar y de que nos callen ante tanta delincuencia y tanto sinvergüenza que han permitido venir a nuestras casas. Ya está bien de protegerles y de no llamar a las cosas por su nombre.