La federación socialista andaluza junto a Susana Díaz, ha sufrido una de las mayores derrotas de la historia de su partido en el comité federal celebrado el pasado domingo, en el que Pedro Sánchez y los actuales dirigentes del PSOE no aceptaron los resultados de las primarias celebradas en el seno del PSOE en la comunidad autónoma, imponiendo la presencia de ministros y partidarios de Pedro Sánchez en los puestos de cabeza de las listas electorales, dejando de lado a los dirigentes del sector susanista, que tradicionalmente han manejado las listas electorales a su antojo.
Esta derrota del sector susanista andaluz, que representa al mayor caladero de votos del socialismo español, teniendo en cuenta que su nivel de afiliación es aproximadamente el 20 % del total de la militancia , se produjo a pesar del intento de parar el golpe que Pedro Sánchez y los suyos querían infringir a Díaz, mediante la presentación de un voto particular y con la no participación de los andaluces en la votación final, lo que en un primer momento, quita cualquier posibilidad de unanimidad a la decisión adoptada por el comité federal del PSOE.
Ante estas circunstancias, además de la inclusión en los primeros lugares de las candidaturas de los ministros de interior Grande Marlaska en Cádiz, María Jesús Montero por Sevilla, así como personas de confianza de la vicepresidenta Carmen Calvo como Francisco Salazar, además del Ministro de Cultura José Guirau, que encabezará la candidatura almeriense y el también ministro Luis Planas, que será el número uno por Córdoba, el susanismo se queda sin práctica representación en el Congreso de los Diputados y con escasa fuerza en las posiciones electorales en el Senado.
Ni que decir tiene que esta nueva derrota de Susana Díaz ante el actual secretario general de su partido, viene como consecuencia de todo el proceso de primarias en donde la ex presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general de la formación en la comunidad, ha comprobado como su mayor rival en el PSOE, le gana la partida del poder por tercera vez, presagiando una difícil situación en la permanencia como cabeza de los socialistas andaluces, quienes podrían ver en un futuro inmediato a la actual ministra de hacienda María Jesús Montero como la mujer que lidere el Sanchismo en la comunidad andaluza.
Sin lugar a dudas, Susana Díaz se ha convertido en la política con menos suerte en el ejercicio del poder en España, puesto que, si por un lado ha sido derrotada en las primarias en dos ocasiones por Pedro Sánchez, el hecho de la pérdida del poder en la Junta, le ha dejado al pie de los caballos para que, cumpliéndose los planes de Pedro Sánchez, se vea obligada a dejar su cargo de poder en el socialismo andaluz, para convertirse en una diputada rasa y netamente molesta para los planes de asunción de espacio político del sanchismo en la región más importante del socialismo español.
Entre las causas de esta situación tan desgraciada de Diaz, cabe decir que tanto durante la celebración de las elecciones primarias en su partido, como en las elecciones autonómicas en donde a pesar de ganar, no logró revalidar su presidencia, su perfil político ha sido muy bajo y como dicen algunos viejos socialistas, “Susana ha ido perdiendo las primarias y las elecciones autonómicas, por tardar en bajarse del autobús”, quizás por una actitud de prepotencia unida al hecho de un mal asesoramiento de campaña, puesto que durante la misma, fue Susana Díaz quien fomentó en todos sus actos la presencia de Vox en las elecciones autonómicas, con el fin de dividir las posibilidades del centro derecha, pero sin tener en cuenta el descontento de la sociedad andaluza, que harta ya de 36 años en el poder, se manifestó contra su candidatura con un elevado índice de abstención en los comicios.
Tampoco podemos olvidar que la celebración del juicio de los ERE, tanto en su desarrollo como en el conocimiento de la sentencia, en la que podrían ser condenados tanto Manuel Chaves como José Antonio Griñán a penas de inhabilitación el primero y a varios años de cárcel el segundo de los ex presidentes, ha sido un factor determinante en sus últimos pasos políticos de Díaz, dado que adelantó las elecciones para no coincidir con la sentencia, desarrolló la campaña electoral durante el juicio y finalmente fue derrotada en el parlamento, mientras que se cerraba el juicio que puede suponer un duro golpe para el prestigio del socialismo andaluz.
Finalmente cabe decir que, aunque con fuerzas muy mermadas por todo lo que ha venido sucediendo en los últimos tiempos, Susana Díaz no se puede considerar como una política finiquitada, puesto que su resurrección política podría depender de los resultados que obtenga su partido en las elecciones generales y de la posición en la que quede Pedro Sánchez, quien a pesar de que ha empezado a construir un partido a su medida, no las tendría todas consigo si no mantiene la posibilidad de continuar como presidente del gobierno, lo que induce a pensar que por el momento, en los cuarteles de invierno de los andaluces, el socialismo está preparando sus armas por una futura lucha del poder en todos los órdenes, puesto que no podemos olvidar que la última frase de Susana Díaz en el comité federal, fue “TOMO NOTA”.