Lo de Carmen Calvo no tiene remedio
Con las tonterías que suelta Carmen Calvo por esa boquita de piñón que tiene se podría escribir un libro que, estoy seguro, sería mucho más largo que El Quijote. Y con todo y con eso, Carmen Calvo no se ha apeado de la vida pública y de vivir del dinero del contribuyente en la vida, es más, ha llegado a ser hasta Vicepresidenta del Gobierno, ¡toma ya!
Pero de la última, lo más gracioso es que le dan bombo y platillo desde una cuenta oficial del PSOE en Twitter, concrétamente desde la cuenta oficial del PSOE de Getafe. Y esto lo hacen como si lo dicho por Carmen Calvo fuera una especie de dogma de fe, o una frase de esas que pudieran pasar a la historia de España por su agudeza.
Tomen asiento que la última de Carmen Calvo no se puede leer estando de de pies, puede que a alguna persona le de algún tipo de vaido al leerla y acabe con sus huesos por el suelo. Dice la Calvo: “El 28 de abril tiene dos dígitos. Y ya lo voy avisando: uno es un 8, como el #8demarzo. Las mujeres necesitamos respuestas y necesitamos soluciones”.
.@carmencalvo_: “El 28 de abril tiene dos dígitos. Y ya lo voy avisando: uno es un 8, como el #8demarzo. Las mujeres necesitamos respuestas y necesitamos soluciones” #LaEspañaQueQueremosEsFeminista pic.twitter.com/ptCFsAGuWK
— PSOE Getafe/♥️ (@PsoeGetafe) 19 de marzo de 2019
Y atentos a la cara que tiene Calvo en la fotografía publicada por el PSOE de Getafe, como si solo le faltara decir: “Ahí lo dejo”. Pero, ¿es posible que a alguien le pueda parecer normal las tonterías de Carmen Calvo? ¿Es posible que con estos mimbres haya algún votante capaz de entregar su voto a semejantes adoquines?
Pues sí, tan posible como que estoy seguro que les votará mucha gente. Gente que debería hacerse ver su raciocinio porque votar a gente capaz de decir estas sandeces es preocupante. ¿Qué tendrá que ver la velocidad con el tocino? Eso de los dos dígitos y que uno de ellos es el ocho, es una de las mayores chorradas que hemos podido escuchar a un político a lo largo de los años. Y ahí siguen, decidiendo tu futuro, el de tus hijos y saqueando tú bolsillo llevándose el dinero que tanto sudor y esfuerzo cuesta ganar.
No como ella, que gana un sueldo injustificado, inmerecido y excesivo por decir tonterías desde que se levanta hasta que se acuesta.