Lo que hay que leer…
Prepárense todos, hoy es 8 de marzo, hoy es el Día de la Mujer y hoy vamos a escuchar, leer y ver muchas estupideces. Vamos a ver a nuestros políticos, periodistas famosos, actores, monologuistas, en definitiva, progres varios, decir una buena cantidad de “soplagaiteces” para alegrar la oreja de, por un lado, las subvencionadas y por el otro, las alienadas.
Hoy políticos como Pablo Iglesias, Pedro Sánchez, Alberto Garzón, o Echenique, van a contarnos que las mujeres tienen que ocupar puestos de relevancia en empresas, pero eso sí, que no les toquen el suyo. Hoy multimillonarias como Ana Rosa Quintana o Susanna Griso nos van a venir con el mantra de que las mujeres ganan menos, pero no nos van a contar lo que ganan ellas claro.
Hoy es el día de los eslóganes, de las chorradas varias, de las mentiras o de la acusación al hombre solo por ser hombre para ganar unos miles de votos o para justificar unos miles de millones de fondos públicos “desviados” para la causa.
Y el pistoletazo de salida lo ha dado el okupa de La Moncloa. La primera tontería del día nos viene directamente desde la cuenta de Twitter del, todavía y esperemos que por poco tiempo, Presidente del Gobierno. Sánchez, el okupa, el de la tesis falsa, el del Falcon, el que lo primero que hizo fue colocar a la mujer, nos demuestra que, para él, el día 8 nde marzo es un día normal. Un día normal porque sigue siendo el mismo pamplinas de siempre, el mismo hipócrita, el mismo mentiroso y el mismo demagogo.
Queremos una España feminista. Porque solo desde el feminismo acabaremos con la #violenciamachista y lograremos la #IgualdadReal. Solo desde el feminismo alcanzaremos una democracia plena. Este #8M volveréis a hacer historia.
Viva la lucha de las mujeres.#InternationalWomensDay
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) 8 de marzo de 2019
Mezcla churras con merinas. Tiene que meter la cuña de “violencia machista” porque, de lo contrario no vende igual. Tiene que contarnos soplagaiteces y mamarrachadas porque, de no hacerlo, no sería Pedro Sánchez. Los hombres son todos malos, machistas y violentos. Todos excepto él, claro. Porque él lo dice y porque él lo vale. Ojalá que en las elecciones generales la realidad de las urnas le pongan en el sitio que merece, en la puñetera calle.