Somos conscientes de que el paradigma moral dominante en nuestra sociedad una mezcolanza de relativismo, hedonismo, materialismo, etc. con una gran ofensiva anticristiana propia de una sociedad que vive de espaldas a Dios. A todo esto se le une una corrupción en continuo aumento en numerosos estamentos de la sociedad e instituciones que hacen tambalearse al propio estado de Derecho, a lo que se le suma la fuerte crisis económica personal, del Estado y como consecuencia de ello la destrucción de los valores éticos y morales de los que la sociedad se nutría.
Por tanto urge denunciar estas condiciones anómalas y destructivas de lo se emanaba de una sociedad sana, nos debemos hacernos oír allí donde se forma la opinión pública y proclamar todo lo valiosos que el cristianismo puede aportar, tanto en el ámbito de la político, que no puede ser ajena a la verdad moral, como en el ámbito social denunciando la injusticia, la idolatría del dinero, que da primicia a los intereses económicos, los beneficios, la especulación financiera, etcétera. Todo ello en detrimento de la dignidad del ser humano, creándose así un orden socioeconómico injusto. ¿Hacia dónde se encamina la sociedad española a nivel religioso, social, económico e incluso cultural?
No podemos olvidar nunca la irrenunciable responsabilidad que corresponde a los cristianos civiles y su compromiso con la verdad que profesan, pues somos el referente imprescindible dentro de la iglesia, a la hora de dar respuesta de gran calado a los retos de nuestro tiempo. Hoy más que nunca es necesaria la presencia significativa de los cristianos en la vida pública, que con firmeza y valentía vivan en coherencia con su fe en momento actual.
No miremos hacia atrás, no miremos las dádivas que nos ofrecen algunos partidos, con engaños y palabas grandilocuentes, redichas y oídas un sin fin de veces. No olvidemos nunca que el salario de un trabajo honrado es el único bien que tenemos los trabajadores para el sustento de la familia. Mandemos al cuerno los cuentos y las fabulas fuera de nuestra tierra. El día 28 del mes que viene, se nos presenta un chaleco salvavidas a cada uno de nosotros; después de votar cada uno según nuestra conciencia de lo bueno y lo malo y nuestra moral intachable, eso es lo que importa y que ese morral esté limpio cuando lleguemos a casa. La única verdad es la base de tus impulsos y de tus propias reflexiones.