Hace unas horas me ha llegado por redes sociales los 25.000 millones de euros que las administraciones públicas gastan en subvenciones todos los años. Desconozco el motivo para actualizar hoy la noticia, es de hace casi un año y que publicó un periódico de tirada nacional. Sorprende que esta noticia con tanto “trasfondo” pasara casi desapercibida. Fue la Unión Europea quien al parecer en aquel momento y dado el déficit público español “recomendó” la fiscalización de ese gasto. Un organismo interno de “Hacienda somos todos” con un nombre muy raro, es el responsable de este cometido. Al parecer, casi un año después aún no sabemos nada.
El número de millones de euros referido es una autentica barbaridad. Para los que no estén bien familiarizados con las grandes cifras en esa moneda, les diré que son más de cuatro billones de las antiguas pesetas. Según he leído, más que toda la recaudación anual del Impuesto de Sociedades. Siendo esa cifra de dinero una barbaridad que tendría que sonrojar a los responsables si dispusieran de esa capacidad, no es lo más grave, sin olvidar que la forma en la que esos cuatro billones largos de pesetas de dinero público que con anterioridad ha sido detraído a los contribuyentes vía impuestos, de no tener una más que justificada razón para el beneficio de la sociedad, pasaría a denominarse extorsión.
Sin lugar a dudas las más famosas subvenciones son las que se dan a los partidos políticos, Patronal y Sindicatos. Son las más abultadas y a día de hoy se podría afirmar con el apoyo de muchísimos españoles que ninguno de estos colectivos hace un buen uso de las mismas y en beneficio de la sociedad, pero hoy no toca. Hoy, un día o dos después del ocho de Marzo, esto si toca y visto lo visto, se podría afirmar que las subvenciones que se dan a miles de asociaciones feministas tienen como prioridad, la exaltación de las consignas partidistas de izquierdas. Es cierto que también se dan a asociaciones cercanas a valores de signo contrario, pero en general, están más motivadas.
He dejado para el final la autentica esencia de las subvenciones. Ningún cargo socialista o comunista que se precie, deja de tener un amigo o un familiar con una buena subvención. Paula, la hija del ex presidente andaluz Manuel Chaves, no la conoceríamos si su padre no le hubiera dado una cuantiosa subvención a la empresa en la que trabajaba. Oxfam y Begoña Gómez la mujer del presidente, también van de la mano. Carmena y Ada Colau no dejan de regar a sus afines. Y termino con nuestro ministro de Fomento y las subvenciones a la fundación de la que su mujer es tesorera.
En las conclusiones, diré que gracias a las subvenciones, se mantiene el “modelo económico” que nos empobrece, diré que sirven para mantener muy vivo el discurso más que añejo y trasnochado de las izquierdas y que gracias a las subvenciones, socialistas y comunistas, hacen familia.
El voto cautivo de la izquierda. Sin mencionar las dos subvenciones que el marido de Susana Díaz ha cobrado de UGT-A que a su vez las han cobrado de forma irregular. Todo queda en casa
Como decía un buen amigo, magistrado de lo contencioso-administrativo, por lo que algo debía saber del “asunto”:
LAS SUBVENCIONES Y AYUDAS DEBERÍAN DESAPARECER.
SON UNA FORMA “legal” DE ROBAR EL DINERO PÚBLICO.
Pues eso mismo pienso yo.