Los vídeos que a continuación compartimos con los lectores y amigos de El Diestro, muestran aquello que nos quieren ocultar las feministas, las actitudes violentas, agresivas e insultantes de las hembristas, el odio feminazi. (Varias feminazis golpean y tiran al suelo a una chica que quería ir a clase el 8 de marzo)
En el primero de los vídeos se ve a una mujer increpando a un guardia de seguridad del metro. Ante la mirada atónita de las personas que presencian la escena la mujer insulta al vigilante, le empuja y lo que más sorprende, le dice que haga la vista gorda porque es mujer. Simplemente alucinante.
Este tipo de seres son el resultado del feminismo de 3.ª/ 4.ª ola…
“Que soy mujer, podías hacer la vista gorda…”.#UngaUngaArmy #YoNoVoy8M #8M #azotarhastasangrar #HuelgaFeminista2019 #8Marzo pic.twitter.com/NMKCab6R8X
— Luisete El Justiciero (@LElJusticiero) 8 de marzo de 2019
El segundo de los vídeos es mucho más violento y agresivo. Podemos apreciar las discusiones de ayer en la manifestación de Madrid de ayer. Una bronca entre feministas inmigrantes y feministas españolas; insultos de “puta blanca”, o una musulmana diciéndole a una española que se vaya. Así actúan estas hembristas. Todo no es alegría y defensa festiva de los derechos de la mujer, sencillamente porque hay otras cosas. En estas manifestaciones no se hace defensa de la mujer, se hace política y cada uno mira para su lado.
Monumental bronca entre feministas inmigrantes y feministas españolas, con insultos de “puta blanca” incluídos. La imagen de una musulmana con velo gritando a una española que se vaya es sencillamente demoledor#HuelgaFeminista2019 #8M pic.twitter.com/T9OlxZ9rDx
— Melisa D.R (@MelisaDRuiz) 8 de marzo de 2019
El hembrismo está cargado con el odio de la lucha de clases. La izquierda basa todo su discurso en victimizar una clase, para ofrecerse como salvador de ella, para lo cual demoniza a otra clase a la cual culpar. En este caso la clase de mujeres, victimizada, los rojos sus salvadores, para enfrentarla a la clase de varones, a la cual demonizan.
Es el odio engendrado por la lucha de clases marxista. Son marxistas, y como ya no triunfa la lucha de la clase proletaria contra la empresaria, ahora toca la clase fémina contra la clase varón.