carro del fanatismo

Los catalanes llevan mucho tiempo en silencio. Desde noviembre del año 2014 y convocado por el expresidente catalán Arturo Mas, el proceso sobre el futuro de Cataluña y su futuro, se vienen celebrando reuniones y en el año 2015 las elecciones “plebiscitarias” concretamente el 1de Octubre. En el carro de la intolerancia y todas las exaltaciones que vinieron después, aunque llevaban muchos años antes confeccionando este carro, el cual estaba vacío, solamente iba el cochero de turno al pescante.  Estas controversias degeneraron en múltiples atropellos y abusos al territorio nacional.  Todos conocemos los vaivenes que hemos tenido el resto de España, es más, además, del propio territorio nacional y de los catalanes, todos hemos estado en silencio viendo venir lo que ya se sabía e incluso se permitieron los dimes y diretes de las falsas manipulaciones verbales de políticos nefastos marrulleros que ellos mismos se evaluaban con la mediocridad que les caracteriza a estos sospechosos catalanes. ¿Para qué se ensombrecieron los catalanes constitucionalistas en aquellos días enarbolando banderas españolas elevando gritos de España, España?

Han pasado 6 años y aquellos lodos nos han llenado de cobardía. Sigo diciendo cobardía y con el miedo en el cuerpo. ¿Qué me dicen de aquellos que se decían catalanes y constitucionalistas españoles? ¿Dónde están esos catalanes? Sus cegueras no van más allá de sus vendajes, sus miedos y temores se esconden en sus silencios. Los catalanes, aquellos que se decían constitucionalistas con sus huidas hacía atrás y en el coma en que están metidos, les dejarán en tierra de nadie, del infortunio y la desgracia.

El circo del Procés está en pleno juicio, en él, estamos viendo ráfagas este problema catalán con esa España que se la están  diluyendo  y mancillándola  a pasos agigantados, cada día que pasa y el problema que aún se vislumbra siguen con su caganer, bien sea Puigdemont, los Junqueras de turno o el podrido y vociferante Rufián, junto a los políticos  presos  siguen insultando a los españoles cada vez que abren sus bocas con apariencias engañosas y falta de la verdad  con sus mentiras nos toman por tontos a los fiscales, a los jueces  y abogados dejando una lacra para el resto de toda España. Cierto tiempo dijo el tal Junqueras: “en concreto, los catalanes tiene más proximidad genética con los franceses  que con los españoles; más con los italianos que con los portugueses y un poco con los suizos” pues mire razón, no quisiera parecerme  a su persona y por lo que veo me congratulo una enormidad, yo me miro al espejo y cuando me veo, me digo, pues es verdad, no tengo su genética.

Espero ver estos venideros días el cielo mucho más azul, donde los nubarrones llenos de fantasmas no llegue más a esa degradación y ofensa  que estamos viendo  desde hace tiempo, de un pueblo noble  donde les están rompiendo sus vidas. Esperemos  que la ilegalidad  se convierta en justicia y que esos fantasmas, como lo que son se evaporicen para siempre. Ahora sería canallesco que el diálogo sustituya a la ley en este caso de sedición y sublevación en entre otros muchos desórdenes que toda España está observando desde hace muchos, muchísimos años.  En todo este caso  en España no hay quimioterápicos suficientes para acabar con esta metástasis que está causando este cáncer en Cataluña.