Su Excelencia
Estos televisivos que van de progres y de estar junto al pueblo y la gente humilde deberían tener un poco de cuidado con las palabras que dicen para vender su producto. Televisivos como Jordi Évole, que ya se debe ver incluso en los altares, y que no son más que unos arrogantes y prepotentes vendemotos.
En este caso tenía que vendernos un programa que realizaba sobre los camioneros a quien él mira, evidentemente, por encima del hombro. Y uno de esos camioneros le cuenta a Évole lo orgulloso que está de su hija puesto que ha sido la número uno de selectividad en Andalucía y las felicitaciones que había recibido por ello. Lógico el orgullo de un padre con los logros de su hija.
Y Jordi Évole publica un tuit de lo más desafortunado y clasista para mostrarnos ese vídeo. Un típico comentario de señorito hablando de sus jornaleros. Como si el hecho de tener un trabajo humilde impidiera a esa gente ser inteligente o alcanzar grandes metas en la vida: “La hija de un camionero, la número uno en la Selectividad”. A mí me emociona”.
“La hija de un camionero, la número uno en la Selectividad”. A mí me emociona.#SalvadosEnRuta https://t.co/b0mtk7oyN3
— Jordi Évole (@jordievole) 17 de marzo de 2019
En realidad, lo que sucede es que toda esta gente se cree superior al resto de los mortales. Creen que el hecho de salir por televisión o ser famosos ya implica una superioridad con respecto a ellos e incluso, a veces, el soporte perfecto para vendernos su infumable producto. El camionero que sale en ese vídeo se convierte, sin quererlo y sin saberlo, en producto muy bien vendible que Évole explota en beneficio propio.
Pero este comentario no le ha salido gratis. Han sido muchos los que han criticado esa actitud y ese comportamiento infumable. El comportamiento de un chulo que se cree más que nadie y que en realidad no es absolutamente nada más que un bufón.
¿Qué hacemos ahora con esto, don Jordi?
“La desigualdad en la educación empieza al nacer:” pic.twitter.com/yqc6fsPXPH
— Chino de China (@unchinodechina) 18 de marzo de 2019
No hay nada más clasista que un izquierdistas. Está probado empíricamente en la vida cotidiana.