110

Una vez más, por desgracia, hay que hablar de él, del cateto, plagiador, embustero y perdedor de todas las elecciones. Y monarca de la falacia. Un torcido y engreído personaje que ya ha superado al nefasto Zapatero y que, de consentirlo algunos españoles, puede causar en nuestra patria una sima que tarde muchas décadas en cerrarse. Para mí, el actual inquilino de La Moncloa dejó ayer bien claras las bases de lo que quiere hacer, o, mejor dicho, deshacer, en España, si llega a ganar (por primera vez) las elecciones.

Espero que eso no suceda para bien de todos. Ayer, se retrató con una descabellada propuesta que no aguantaría ni un minuto la crítica de un alumno de primer mes (he dicho primer mes) de carrera de ADE.  Porque no se puede concebir que este tipo no tenga ni idea (ni tampoco sus ministras supercalifragilísticoespialidosas) de que para obrar con un mínimo de rigor al presentar una propuesta con 110 medidas hay que cuantificar fechas, espacios geográficos de actuación y el coste de cada una de ellas; además de señalar el origen y la forma de obtener la financiación para que no cause más desequilibrio al ya maltrecho déficit que padecemos.

¡¡Miren como no habló de Cataluña!! Porque a él (y a sus compinches) solo les importa prometer imposibles engatusando a las gentes para que les voten y así seguir destrozando España, apoyados en lo peor del arco político, incluidos golpistas y proetarras que basan sus actuaciones en el odio a todos los que no piensan como ellos.

Piensen ustedes cómo resultó escuchar el canto de sirenas de Zapatero. ¡¡Pues multipliquen por 110!!