Desde la llegada de Zapatero al Gobierno de España, tras el mayor atentado terrorista de nuestra historia, La prioridad del nuevo “Maquiavelo español, hoy venezolano” fue promover la apertura de trincheras. A partir de entonces, cada vez son más anchas y más profundas. El señor Rajoy con poder más que suficiente para haberlas cerrado, lejos de hacerlo, potenció el sindicato de mantenimiento y ampliación de las mismas. Hoy, se ha presentado la oportunidad de poder cerrarlas.
Tras las elecciones andaluzas, la misma noche y con las papeletas todavía en lo alto de las mesas; Pablo Iglesias, el del chalé de Galapagar, alentaba a sus huestes a salir a la calle a manifestarse contra los fascistas. Santiago Abascal, le respondió como lo hace un demócrata, desde la autoridad que ya le otorgan las urnas, desde el respeto a la ley y desde la responsabilidad del que quiere una España con futuro y que defienda a sus ciudadanos.
Al siguiente día y tras la movilización de podemitas en las calles andaluzas, una amiga de @Twiter, Carmen, médico en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) hace la siguiente reflexión en esta Red Social “Francia se moviliza contra los altos impuestos y aquí, los estudiantes perpetuos gracias al PSOE. Partido que ofrece educación gratuita pero nunca trabajo, se movilizan por más impuestos, más estado, más autonomía, más dependencia. España dominada por la posmodernidad, sin remedio.
Más tarde y por watssap, me llega lo que un profesor de la Universidad Pablo Olavide (UPO) de Sevilla ha publicado esta mañana “Ayer, cincuenta supuestos estudiantes podemitas vestidos todos de negro y con banderas, ya os imagináis que, protestando por el resultado de las elecciones e insultando a los fascistas de centro y derecha. Afortunadamente, bajo la indiferencia del resto de los diez mil estudiantes”
Por otro lado, esta mañana leo en la portada de Diario de sevilla “Ciudadanos se abre a gobernar con el apoyo de PSOE y Adelante Andalucía”.Una vez abierto el periódico, leo “VOX, se abre a cualquier pacto que acabe con el “régimen socialista”.Mientras que Pablo Casado, por otro lado, y desde la normalidad democrática, se ofrece a pactar con Ciudadanos y Vox desde la situación que ofrece la representación otorgada por los ciudadanos.
Me he limitado a ordenar cronológicamente las posiciones y declaraciones que se han producido en el escaso tiempo que ha transcurrido desde la noche electoral. No tengo más nada que añadir. Al buen entendedor, pocas palabras bastan.