Gritos de hijos de puta españoles
Parte de los babosos que gritaban hijos de puta españoles

Qué tiernos son estos chicos

Produce “ternura” ver a estos chicos que, a duras penas pueden evitar que se les caiga la baba, gritando “hijos de puta españoles”. Gente a la que se le ve que aún le queda un tiempo para cumplir los dieciocho años de edad y a la que le quedan siglos para alcanzar algún tipo de madurez mental llamando fascistas a quien se manifiesta pacíficamente y queriendo imponer su ley a base de palos.

Gente de esa que tanto se ríe con chistes de Dani Mateo o que piensa que, efectivamente, Otegui es de verdad un hombre de paz y que admira como si fueran grandes estadistas a lerdos como Alberto Garzón, Gabriel Rufián o Pablo Iglesias. Estos chicos son la evidente consecuencia de una manipulación educativa y de no haber recibido un buen guantazo a tiempo de sus padres, de sus profesores o, en este caso, de la Policía.

La España chavista socialista se va por el desagüe

Y viendo esto nos damos cuenta del daño que está haciendo el podemismo y el socialismo en este país. Viendo esto nos damos cuenta de la gran falta que hace que haya mano dura para imponer algo tan básico como el respeto por lo que piensen los demás y el respeto por la libertad de expresión de los demás, por lo menos tanto como piden ellos para la suya.

A esto nos está llevando un estado en el que se castiga duramente a unos que hacen infinitamente menos que esta gente y que se es completamente permisivo con las atrocidades y los desmanes que cometen todos estos de los que, si sumamos todos sus cerebros, no llegamos a juntar ni una neurona sana.

No tienen idea ni de lo que piden, ni de lo que gritan, ni del por qué lo hacen. Son simples seguidores de una moda con la que han crecido y que ahora grupos políticos de extrema izquierda fomentan y alientan. Basura que no merece ni el aire que respira.


Enhorabuena a los manifestantes que se han atrevido a ir a Alsasua a manifestarse en favor de la Guardia Civil. Viendo esto nos damos cuenta de en qué estado tan deplorable están las cosas en muchos rincones de España.