Fernando Sánchez Dragó y Arcadi Espada

Me he quedado alucinado

Desconozco los nombres de los firmantes de este manifiesto o carta. Desconozco quiénes son esos trabajadores de “El Mundo” y de elmundo. es que piden la censura en su periódico a alguno de sus articulistas estrella por sus opiniones.

Es decir, esos articulistas estás contratados por el diario El Mundo y a ciertos trabajadores de ese medio no les gusta que hagan el trabajo para el que han sido contratados, dar su opinión personal, y pretenden que si no dan la que a ellos les gusta, sus artículos sean vetados.

Hay, además, algunas frases dentro de ese comunicado que llaman especialmente la atención, vean cómo empieza esa carta: “Los trabajadores y trabajadoras de EL MUNDO y EL MUNDO.es que firmamos este escrito lo hacemos para transmitirte nuestro rotundo rechazo hacia algunas frases que el colaborador Arcadi Espada incluye en la columna titulada Aznar, sin complejos, publicada el 19 de septiembre de 2018 en nuestro periódico. Las palabras soeces, groseras y homófobas que dedica al diputado de ERC Gabriel Rufián no debieran haber sido publicadas nunca en un medio de comunicación. Nosotros no juzgamos las opiniones que tenga Arcadi Espada, porque es muy libre de pensar como quiera y ejercer su derecho constitucional a difundir sus ideas -en este caso, a través de EL MUNDO.es-, pero sí expresamos nuestro rechazo a que nuestro periódico haya sido utilizado por este columnista para difundir frases homófobas”.

Parece que El Mundo tiene una china totalitaria en su zapato

Parece evidente viendo esta carta que El Mundo tiene una china totalitaria en su zapato en forma de empleados. El sesgo podemita, socialista de esta carta así lo refleja. El eterno rencor de la izquierda, ese rencor que pretende que todo el mundo piense como ellos y, quien no lo haga, sea totalmente censurado y silenciado.

De un artículo de Sánchez Dragó dice lindezas tales como: “Días después, un columnista de EL MUNDO (Fernando Sánchez Dragó) hacía una encendida defensa desde nuestras páginas del golpe de Estado de 1936, que consideraba “necesario” para compararlo, además, con la llegada al poder de Pedro Sánchez”.

Y añaden que: “Consideramos que estos artículos a los que hacemos mención, que son sólo los más exagerados de un tono demasiado habitual últimamente en nuestras páginas, vulneran claramente nuestras normas generales de estilo y producen un evidente perjuicio a la marca del periódico“.

Es decir, esos trabajadores de El Mundo que firman esa carta, lo que quieren es que los columnistas consulten con ellos antes de realizar sus artículos para ver qué les parece a ellos. Esperemos que la dirección de El Mundo no ceda ante el chantaje de esos infiltrados podemitas y socialistas que tienen entre sus empleados y que no se dejen amedrentar por ellos.

Lea aquí la carta completa: “Soez y grosera”.