Twitter censura Hermann Tertsch
Tuit censurado de Hermann Tertsch (Twitter)

La censura de las redes sociales

Cada vez son más evidentes las prácticas censoras dentro de internet en general y de las redes sociales en particular. Tanto Twitter, como Facebook y también Google, censuran cuentas, artículos y comentarios por ser de una ideología política conservadora o de derechas mientras permite que desde cuentas de izquierdas o “progres” se digan auténticas barbaridades.

El pasado domingo el periodista de ABC, Hermann Tertsch publicaba una columna en su diario analizando la figura del presidente húngaro Viktor Orban. Orban, quien gobierna con un apoyo mayoritario en su país, ha conseguido hacer crecer la natalidad en Hungría, que haya cada vez más matrimonios, menos divorcios y menos abortos. Pero también se ha opuesto a la inmigración descontrolada en Europa y ha echado de su país al multimillonario George Soros y a sus fundaciones izquierdistas y cuyo único fin es intentar desestabilizar toda Europa.

Ese ha sido el pecado por el que Orban es calificado desde la Unión Europea como un xenófobo y un ultraderechista. Esa es la denuncia que realiza Tersch en su artículo y ese es el principal motivo por el que Twitter ha censurado el artículo que el periodista ha compartido ha través de sus redes sociales.

La Europa del pensamiento único

Ya es una evidencia que en Europa vivimos tiempos de pensamiento único. Tiempos en los que está prohibido no pensar como ordenen las masa dominantes, los medios de comunicación subvencionadas y las redes sociales, hasta cuyas altas altas esferas llegan también los tentáculos del indescriptible Soros.

Tiempos de pensamiento único en los que, además, no se tiene pudor alguno en censurar de una manera descarada mensajes absolutamente inocentes y carentes de una supuesta incitación al odio. Se censuran mensajes que no encajen con ese pensamiento único.

Ahora, los que están abducidos y subvencionados por ese pensamiento único se alegran y lo aplauden. Las masas solo aplauden aquello con lo que están de acuerdo sin pararse a pensar en las formas utilizadas o en que, simplemente, algún día les puede pasar a ellos. No produce tanto pavor la censura en sí, lo que produce pavor es toda esa masa que sigue el dictado de ese pensamiento único como ovejas y sin rechistar, solo porque un día les metieron en la cabeza que era lo mejor, lo perfecto.

Enlace directo al artículo de Hermann Tertsch: “El húngaro que seduce a las masas”.