A esa conclusión he llegado tras 100 días de gobierno del líder del PSOE Pedro Sánchez, que todo es mentira en él. Y todo es mentira en Pedro Sánchez porque parece un producto más que una persona. Y porque son muchas las dudas que genera su formación y su currículum vitae, dudas y mentiras.
Para empezar porque, según parece, el currículum vitae del Presidente del Gobierno fue falseado, porque no tiene el máster que dice tener del IESE y porque, además, ni fue alto responsable de la ONU. Pero lo que más dudas genera, lo que más llama la atención es lo que ha ocurrido con su tesis doctoral, una tesis que, según manifestaciones de algún socialista -ex ministro para más señas- fue realizada por terceras personas, conocidos como negros en el mundo literario, y además fue plagiada en muchas de sus partes.
Pero es que, además, Pedro Sánchez se niega a que su tesis se haga pública más allá de la biblioteca de la Universidad Camilo José Cela; es decir, no permite que se publique en internet y que todo el mundo pueda tener acceso directo a la misma, ¿qué tiene que esconder?, ¿por qué se niega?
Y es que si Pedro Sánchez tuviera algo de decencia, algo de dignidad, ya habría presentado su dimisión, bueno, si tuviera de eso ni siquiera se habría presentado a la secretaría general del PSOE, aunque claro, conociendo la catadura moral de los líderes de ‘La PSOE’ se comprende que este individuo haya llegado a liderar a los socialistas y, posteriormente, con el apoyo de los radicales, de separatistas y terroristas, a la presidencia del gobierno.
Esto es lo que tenemos en el Palacio de la Moncloa, a un individuo en el que todo es mentira.
