La enfermedad mental ocasiona en el cerebro muchísimos síntomas que dejan comportamientos, en algunos casos, definidos por grandes especialistas en psiquiatría, dándole valores muy exhaustivos—según los casos —a diagnósticos distintos, todos ellos catalogados como enfermedad mental, nos ofrecen varios y seleccionados nombramientos, como: la depresión, la ansiedad y el narcisismo entre otros e incluso el pensamiento desorganizado o la esquizofrenia, pasando por trastorno de la personalidad. Ante estos pronósticos y por lo que estamos conociendo y no pecando de ignorancia, por lo que se ve, se le adivina, las estadísticas no son nada halagüeñas para enumerar la cantidad de personas que hay con estos tipos de enfermedades cerebrales.
Hay políticos que convendrían que se hicieran un buen chequeo, pero no del corazón, de los bronquios o de los riñones etc. desde aquí les aconsejo—me permito invitarles—que se hagan un buen reconocimiento de la mente por un especialista en psiquiatría o “médico de los locos”. Entre estos políticos, tenemos como principal arquetipo al ciudadano Pedro Sánchez, el cual, por sus cobardías de todo tipo, suciedades una detrás de otras—observo de soslayo—que, por sus comportamientos extraños y en algunos casos muy concretos pudiera tener presuntamente algunas de las catalogadas enfermedades de la mente. La ansiedad y el narcisismo—pudiera ser motivo de encuadrarlo en cualquiera de estas aparentes prescripciones médicas.
Como si fuese un Dorian Gray de película barata—que, dicho sea de paso—y hablando de luces, su cerebro, las neuronas, por lo que presumo, le están abandonando, si es que aún tiene algo en la materia gris de su cabeza., dejando una falta de racionalidad y lógica en su persona. Volviendo al año 1632 y como uno no es especialista en psiquiatra, pero que si he visto muchos tocados de la cabeza, me he ido a John Locke, y leyendo la teoría de la mente y las concepciones de la identidad, se ve “que el yo es la continuidad en la conciencia”. Leyendo este misterio de la mente, es difícil entrever algo, cuando uno lo percibe como si fuese un galimatías, pero hay una realidad en todo esto que lo puede definir muy bien un psiquiatra donde el conocimiento se liga con la experiencia
Por lo que se le conoce a Pedro Sánchez no me cabe duda, que la revancha y las ganas de estropear lo que estaba bien elaborado aún quedan muchas concepciones de su identidad, donde nos va dejar un lastre de grandes dimensiones que aún como no se le conoce, es muy difícil de descubrir sus cambios bruscos en todo cuanto hace, me voy al enunciado, los políticos al psiquiatra. Primero al inquilino por prestación como yo le llamo y donde algunos le llaman okupa, y después que vayan detrás todos los demás políticos a darse un repaso mental. En cualquier empresa que se precie de serlo, lo primero que hace para sus empleados un buen reconocimiento con sus análisis correspondientes y aquí en esta empresa la más grande de España nos olvidamos de este requisito que debe ser exhaustivo en toda regla. Donde tiene en sus manos, a más de 40 millones de españoles. Leyendo al psicólogo Wayne Dyer marco una de sus frases que viene como anillo al dedo para esta misiva: “El estado de tu vida no es más que un reflejo del estado de tu mente”.