Necesita tratamiento con urgencia
Pedro Sánchez ya ha llegado al punto al que muchos pensamos que llegaría, al de sentirse como un auténtico estadista. Ese estadista que, cual faro en una costa rocosa, guiará a España por el rumbo correcto, al de la felicidad y la abundancia absoluta. Se ve como un Churchill, como un Adenauer, como si nadie nos hubiéramos dado cuenta de que está donde está por puro accidente, por pactar con quien no debe y por mentir de una forma contínua y compulsiva.
En un acto celebrado en Oviedo ante 500 militantes, 500, para darse autobombo y un poco de jabón en sus primeros 100 días de gobierno ha dicho: “en esta legislatura vamos a sentar las bases de la gran transformación que necesita España hasta 2030”. ¿Hasta 2030? Hasta 2030 quedan 12 años. ¿El líder menos votado del PSOE a lo largo de la historia quiere estar gobernando doce años más? Está de guasa o necesita tratamiento médico con urgencia.
No se entera
Este inquilino de La Moncloa todavía no se ha enterado de que para estar 12 años necesita que le voten y ganar tres elecciones seguidas. Este presidente okupa, habitante de los mundos de Yupy, todavía sigue creyéndose sus propias mentiras en forma de encuesta del CIS. Debe pensar que sus resultados electorales darán un vuelco de 180 grados por arte de birlibirloque y que conseguirá lo que antes ha sido incapaz de conseguir.
Doce años más quiere estar en La Moncloa el del avión Falcon. Y lo dice así, sin despeinarse. Pensando, no que los españoles somos tontos, pensando que somos tontos de baba. Pero es que aún hay más, ha dicho que quiere introducir dos ejes de gobierno más: “ambición y realismo”.
Ambición no lo dudo porque tiene una ambición desmedida. ¿Pero realismo? Primero tiene que aprender el significado de esa palabra. Con su intervención de ayer en Oviedo ha demostrado que lo del realismo le viene muy grande. Este mentiroso no ha visto el realismo ni en pintura.