A poner cara de tonto se ha dedicado el ministro Pedro Duque estos días, tras conocerse que, hace unos años, creo una sociedad pantalla para que la compra de dos viviendas le conllevara un importante ahorro impositivo. Una práctica que, por sí misma, no es ilegal siempre y cuando se haga correctamente y se cumplan con los requisitos que establece Hacienda para este tipo de operaciones.
Pero claro, cuando su jefe ha dicho lo que ha dicho y ha colocado el listón tan alto, es difícil justificarse, aunque con esa cara de tonto, de uno que nunca ha roto un plato, quiera explicarlo todo.
Porque solo con las palabras de Pedro Sánchez Pedro Sánchez ya debería haber dimitido, o el okupa de La Moncloa debería haberlo cesado, siguiendo su propia doctrina moralista. Pero no, ahora Pedro Sánchez cambia de opinión y donde dije digo digo diego; demostrando que su discrurso es un brindis al sol, una mentira, una historia para engañar, como todas las que cuenta -¿Os acordáis de Verónica?-.
Pero es que además ya se ha demostrado que Pedro Duque mintió ante la prensa, cuando dijo que cada ciertos meses ingresaban dinero a la sociedad en concepto de alquiler, cuando en realidad no lo ha hecho, pues las cuentas de la sociedad no reflejan estos pagos.
Y ante eso Pedro Duque pone cara de tonto y nos toma por gilipollas, él, Pedro Sánchez y el PSOE, porque eso es lo que están haciendo con este tema, tomarnos por gilipollas.
¿Os imaginás qué diría el propio Sánchez y demás socialistas si esto le ocurre a un ministro del Partido Popular? Ya pasó algo parecido, con José Manuel Soria, y ya sabéis cual fue el resultado, la dimisión. Pues que Pedro Duque deje de poner cara de tonto y siga el camino de Soria. Es fácil.