Fragmento del vídeo del restaurante

Ha circulado por redes sociales

Desconocíamos al protagonista de este vídeo, que muchos habréis visto, hasta que el diario El País decidió poner nombre al local del que el protagonista del vídeo es propietario. En un artículo de este periódico, lejos de interpretar la queja de este autónomo de una manera correcta, manipulan y califican a este hombre de racista citando, además, el nombre del restaurante con una clara intención de perjudicarle.

El artículo titulado “El restaurante que trata mal y cocina peor”, lleva un subtítulo aún mucho peor y agresivo “Casa Zaragoza se ha hecho famoso tras la difusión de un vídeo racista. ¿Es la comida de este local valenciano tan repulsiva como las afirmaciones de su dueño?”.

¿Las declaraciones de su dueño repulsivas? Veamos, entra un mantero en su local con las monedas que ha conseguido vendiendo un producto ilegal, del cual no paga impuestos y que hace una competencia desleal. El mantero pretende, y lo consigue, que el dueño del local le cambie esas monedas en un billete. Es decir, el mantero pretende que el restaurante haga de banco de una monedas que ha ganado ilegalmente, ni siquiera consume un café. ¿Y el racista y el malo es el dueño?

Muy fácil criticar

Es muy fácil criticar, pero yo le sugeriría a la autora de este artículo, Almudena Ortuño, que alquilara un local, montara un negocio de lo que quisiera y contratara empleados. Que empezara a pagar el alquiler del local, la luz, el agua, a los empleados, los impuestos y después, cuando viera a un mantero de estos haciéndole la competencia desleal en la puerta del local, analizara lo primero que se le viniera a la cabeza.

Es probable que ella, siendo tan buena como quiere aparentar ser en este artículo, pensara: pobrecillo, me está fastidiando el negocio, está vendiendo a la gente por debajo de mi precio porque no paga impuestos, pero no voy a pensar nada malo de él porque yo no soy una racista.

Pero cuando viera que todo eso le lleva a un pozo sin fondo, que los gastos superan a los ingresos y que empieza a ir a velocidad de crucero hacia el precipicio de la ruina económica sin retorno, es posible que cambiara de opinión.

Este señor, al que la buenista autora del artículo llama racista, lo que está es harto. Tan hartos como estamos muchos españoles de ver con qué descaro vende esta gente de manera ilegal, con qué descaro arruinan negocios que pagan sus impuestos y con qué descaro, además, son protegidos por muchas autoridades políticas.

Monta un negocio, querida. Y cuando te sangren a impuestos como si no hubiera un mañana, a ver si piensas lo mismo. Y a esos que han llenado las redes con el mismo mantra del racismo, que hagan lo mismo, si se atreven. Para eso sí que hay que tener valor, para ser autónomo en España y no para poner gilipolleces en Twitter.