Las palabras de Luis Almagro
El pasado fin de semana el secretario general de la OEA, Luis Almagro, realizó unas duras declaraciones, aunque totalmente ciertas, sobre José Luis Rodríguez Zapatero en las que, además de calificarle de imbécil, llegó a decir que estaba en uno de los grados más altos de imbecilidad.
Pero Almagro no utilizaba la palabra imbécil como insulto, nosotros tampoco. El motivo por el que Almagro describía a Zapatero como un imbécil era por el daño que sus actos generaban a la gente, en este caso al pueblo venezolano. Si un imbécil se hace daño solo a sí mismo no pasa nada, el problema es suyo. Pero si un imbécil causa daño a los de su alrededor ya es un problema mucho más grave.
Ese concepto sobre Zapatero es un concepto que tienen muchas personas y muchas altas personalidades, pero nunca nadie había sido tan claro como Almagro. En España, desde hace mucho tiempo, el nivel de preparación de los políticos ha bajado de una forma alarmante. Opta por la política mucha gente muy mal preparada que después demuestran su mala preparación nada más hablar en público.
Esos políticos, normalmente, son personas que nunca han trabajado en otra cosa que no sea la política y que no ven esa profesión como un medio para ayudar a los demás, sino como una forma de vida. Muchos no tienen luces más que para ser un pelota y un trepa en su partido.
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