Lo de Pedro Sánchez con las fotografías
Si hay algo casi tan evidente en Pedro Sánchez como que es un mal presidente, es que es un fantasma vanidoso. Se quiere mucho el presidente, ya lo demostró hace unos años cuando, hablando de él mismo, dijo que era alto y guapo.
Pero desde que es presidente ya tiene el pavo completamente subido, anda desatado. Anda como si estuviera en un pase de modelos y se fuera a romper. Andares chulescos, mirada desafiante y un porte de un “aquí estoy yo” que produce vergüenza ajena. Una personalidad como la de Sánchez queda absolutamente demostrada en las fotos con las que se nos ha despachado desde que subiera a los altares de la Moncloa.
La última de la colección
En estos últimos días hemos visto una de las últimas de esa colección. ¿Qué me dicen de la tomada junto a Donald y Melania Trump? Increíble el vestido de la vanidosa esposa del vanidoso Sánchez.


¿Y las primeras fotos que se hizo nada más ser nombrado presidente? ¿Y su foto en plan caganer?






Pero tranquilos, que hay más. Su paso por Nueva York nos ha dejado una de esas estampas ridículas y fantasmagóricas a las que este presidente nos tiene tan acostumbrados. Pedro Sánchez paseando por las calles de Nueva York junto a sus guardaespaldas, unos pasos por detrás, en plan: aquí estoy yo.


Increíble cuánto se quiere. Mejor para él, por lo menos ya le quiere alguien.