Señoras y señores. ¡Una buena noticia llega a nuestra España querida! ¡El presidente del Gobierno que maneja nuestros asuntos desde hace cien días, ha hablado de democracia! Y, ya se sabe, cuando este doctor -de pega- habla, aunque sean tonterías, hay que prestar la atención debida porque -a veces- le salen buenos chascarrillos. Ahora resulta que se ha molestado y herido su exquisita sensibilidad (que jamás practicó con Rajoy) al descubrirse precisamente que su tesis doctoral tiene tantas “botanas” que lo mejor sería que la tirase a la basura. Y a los que se la dieron, darle un “recadito”.
A mí no me sorprende nada de lo que ocurre porque nada bueno se puede esperar del plagiador y perdedor de todas las elecciones y de su inane y rectificativo gobierno, que está compuesto por gente poco fiable que nos dañará como el nefasto Zapatero. Y, como las críticas son necesarias, pero también incómodas, al presidente, le han molestado sobremanera las que le hacen y se merece.
No le ha gustado que le tachen -con verdad- de despilfarrador, mentiroso, copión, chapucero, poco riguroso etc., etc. Entonces ha pontificado diciendo, que hablar sobre su tesis es “enturbiar la calidad de la democracia”. ¡¡Pues ya tenemos la solución!! Que urgentemente, y por decreto, se cree la Diplomatura de Democracia y los certificados de demócrata los expide él mismo.
Lo malo será cuando nosotros los malos, “los de siempre”, le recordemos que es un mentiroso, y que llamó indecente y cosas aún peores al anterior presidente del Gobierno al que -inmisericorde- acosó constantemente sin haber ningún motivo para hacerlo.
Supongo que él desahogadamente, con sus gafas de sol puestas y sus zapatos nuevos, dirá: “Si no hubiéramos echado a Rajoy, España hubiera ido a la quiebra” ¡¡¡Sus palmeros, se lo comerán a aplausos!!!