Ada Colau sigue dando la matraca
Comunicado de Ada Colau (Twitter)

Cómo le gusta que se hable de ella

Está muy bien eso de quererse mucho a uno mismo. Pero cuando el ego, el narcisismo y el afán de notoriedad traspasan ciertos límites, denotan algún tipo de enfermedad mental. En la mayoría de los casos suele ser un problema de traumas personales derivados de complejos físicos, mentales o intelectuales.

Ada Colau debe tener una mezcla de traumas y de complejos que parecen necesitar una atención médica urgente. Su afán de notoriedad, sus ganas de protagonismo y su obsesión porque se hable de ella le llevan a decir tonterías un día sí y otro también. Ella tiene que ser la protagonista siempre de todo lo que pasa en el mundo.

Tras su última metedura de pata acerca de el supuesto ofrecimiento de la directiva de una multinacional para que la alcaldesa acabara su carrera, la Universidad de Barcelona le pidió explicaciones. Colau, ante tal metedura de pata decidió rectificar y pedir perdón.

Parecía que el asunto se había quedado ahí

Pero, a pesar de que parecía que el asunto se había terminado ahí, estamos hablando de Colau. Ella tiene que seguir dando la nota. Lejos de mantener silencio, de que el tema se quede ahí y de dar por zanjado el asunto, sigue dando la matraca.

En el día de ayer publicó un comunicado a través de sus cuentas de Twitter y Facebook para seguir dando vueltas a algo en lo que ella misma dice haberse equivocado. ¿Cómo se puede ser tan pesada? ¿No tendrá vida personal? ¿Cómo puede gustarle tanto ser el centro de atención?

Estoy seguro que el rector de la Universidad de Barcelona, a quien dice haberle pedido disculpas, pensará algo similar. Deja ya el temita, pesada.

Si ya se sabe, cuando un tonto coge la linde, la linde se acaba y el tonto sigue…