tribunales

Presumo de ser tan respetuoso con la justicia y sus tribunales como el que más. Y me gustaría seguir siéndolo. Pero, como es natural, para ello, la justicia y los tribunales deberían cuidarse de “ciertos aspectos” con los políticos y la política. Y, por supuesto, con los restantes españoles, ávidos de justicia. Por tanto, deberán hilar muy fino para que no haya ninguna sombra de sospecha sobre alguna de sus actuaciones.

Pero en los últimos tiempos las cosas están circulando de una manera muy particular cuando los que tienen que declarar pertenecen al PP (solo al PP). ¿Recuerdan lo de Rajoy declarando el pasado año como testigo en la Audiencia Nacional? Pues sí, señoras y señores, tuvo que hacerlo y, además, personalmente, porque el tribunal no permitió hacerlo de otra forma. ¡Y era el presidente del Gobierno! y la primera vez en democracia, que un presidente del gobierno pasó por ese “trago”.

Ahora, en agosto de 2018, se presenta un caso parecido. También con un “perjudicado” del PP. El Sr. Casado. El cual, no ha sido invitado a declarar por la juez instructora a pesar de que el Sr. Casado ha entregado suficiente documentación para dejar este asunto zanjado. No ha sido así, la jueza está empeñada en que el asunto vaya al Supremo. Ella sabrá. Pero, es más, la jueza ha hablado de “regalo” a Casado por su relevancia política. Ja, ja y ja. Cuando esto sucedía (dos lustros han pasado), el Sr. Casado no tenía ninguna relevancia política porque tan solo era uno de los mil trescientos diputados autonómicos que hay en España. ¿O es que tenía relevancia política nada más que él? ¿Casualidades? Lo dudo. ¿Mala suerte? Tal vez. Pero la situación me hace decirme a mí mismo: ¡lagarto! ¡lagarto!

Se me ocurre preguntar, por último ¿Cuándo se va a investigar de la falsificación del curriculum del presidente del Gobierno?

El agua siempre vuelve a su cauce