Despreciable compatriota: He oído y leído lo que ayer, con la cobardía y malaleche que tienes (suficientemente acreditada) y aprovechando una ocasión que estaba destinada exclusivamente a recordar a las víctimas de los actos terroristas ocurridos en tu región hace un año, que, por cierto, te importan un pito y -por eso- las manchaste con tu hipócrita y repugnante presencia publicitara, osaste proponer atacar al Estado.
Como eres tan torcido de intenciones, pero a la vez tan cobarde, no te atreviste a decir España o el Estado español. No obstante pones en tus sucios labios y articulas con tu estropajosa lengua todas las mentiras tradicionales para sacar cuantiosas cantidades de dinero del sudor de todos los españoles, tus compatriotas, lo quieras o no.
Lamentablemente, no has tenido la respuesta obligada por parte del perdedor de todas las elecciones, el presidente del gobierno, que tendría que haber activado ¡ya! el artículo 155 de la Constitución. Esa actitud poco decente lo coloca al pie de los caballos, o del voto de censura que bien que se lo merece. Veremos qué pasa. Ante esa situación, yo me constituyo (virtualmente) en representante de ese Estado que tú quieres atacar y, a falta de otras herramientas, usaré solo la de las palabras de nuestro idioma, el español, uno de los más bellos del mundo, para responder a tu propuesta. Si tienes reaños, da la orden de ataque y verás cómo el pueblo español demuestra que es como nuestros gloriosos antepasados.
Pero como no los tienes, solo seguirás fabricando esos lazos amarillos de la discordia y la mentira, abusando de los charnegos obedientes y tratando de sacar tajada como siempre. ¡¡Si eres hombre, ataca; ese es mi reto!!
La RTV/Mateo, al servicio de la izquierda
