Pedro Sánchez, un cacique manipulador
Parece que Pedro Sánchez tiene mucha prisa por montar un ministerio de propaganda y autobombo. Tanta prisa que, llevando escasamente un mes como presidente del gobierno, ya se ha ocupado de meter mano en todo lo que fuera susceptible de convertirse en un medio de manipulación y de propaganda gubernamental.
Lo ha hecho con la cuenta de Twitter de La Moncloa. Lo ha hecho con el CIS y ahora, gracias a un decretazo, a los podemitas y a los golpistas separatistas, lo ha hecho también con TVE. Nos lo intenta vender, cómo no, como un intento de despolitizar la televisión pública, pero, para hacerlo, ha montado reuniones secretas con sus socios podemitas en las que de lo único que se hablaba era de cómo se iban a repartir el pastel televisivo.
Ahora ya lo tienen, ya se han hecho con la televisión pública y, conociendo a los protagonistas, estén seguros que van a convertir a TVE en un medio de propaganda. Va a ser una especie de “Aló presidente” en el que se van a pasar el día sobando el lomo tanto a podemitas como a socialistas.
La manipulación televisiva viene de lejos
La manipulación en TVE viene desde muy lejos, desde la época de Felipe González. Y desde esos tiempos ha ido germinando en la televisión pública la semilla socialista, que domina ahora completamente ese ente público. Zapatero fue aún más lejos. No solo controló la televisión pública. Ayudó a la creación de dos canales privados, como fueron La Sexta y Cuatro, que se han dedicado desde el primer día a ser altavoces de socialistas y también ahora de podemitas.
La televisión en España directamente no se puede ver. Ni cadenas públicas ni privadas. Se dedican a difundir el pensamiento único del socialismo, del podemismo y a ganar inmensas cantidades de dinero como pago a los servicios prestados. Lo que ha sucedido en TVE es otra vuelta de tuerca más que se ha realizado con el mayor de los descaros.
Han conseguido hacerse con todas las televisiones de España. No hay imparcialidad informativa. Simplemente hay un negocio. Un negocio en el que las televisiones dan un servicio a socialistas y podemitas y a cambio reciben suculentos pagos en forma de publicidad institucional y absoluto monopolio. Controlar TVE al completo es lo único que les faltaba.
Hay que apagar la televisión. No se puede ver ni creer nada de lo que hay nos muestran. Es pura propaganda política al servicio de la manipuladora extrema izquierda española.
