A veces pienso muy deprisa, taxativamente muy precipitadamente, hay veces que debemos mirar hacia atrás para que, lo que va uno a escribir es la verdad y nada más que la verdad o al menos procurar acercarse a la realidad. El otro día le pregunté a un amigo mío perteneciente al PP desde que era anteriormente afiliado a AP, llevando muchos años y pagando su cuota reglamentaria, le pregunté: ¿A dónde va el PP? —mi pregunta era referente a lo que está pasando en este partido— Pues mira, me dijo: el partido no es el que era, hay demasiados compromisos entre unos, los otros y el de más allá. No me digas más, ya sé por dónde vas.
Este partido no es el que era. Compra el periódico de ayer y verás lo que dice Ana Sebastian. Miré el ABC y lo primero que me leí, además de estar en primera línea de la publicación me dejó boquiabierto, la articulista decía: “Nunca pensé que fuese a ganar ella. La que entregó a nuestros enemigos el control de los medios de comunicación que llevan años machacándonos. La que castigó a las clases medias, nuestros votantes naturales, con una fiscalidad insoportable. La responsable de que las cosas hayan llegado en Cataluña hasta donde han llegado. La candidata que gusta a la izquierda. Me dicen hace unos meses que la militancia se iba a decantar por ella y no me lo creo. Yo no me reconozco en este partido. No es mi PP”.
Yo tampoco reconozco al PP, me pasa lo mismo que con el PSOE, son dos partidos, a mi parecer a la deriva en su comunión con sus afiliados y simpatizantes, su alejamiento es cada día mayor, lo hemos visto en el partido de la Gaviota o de los Charrares que no eran tantos los afiliados —paganinis— que pagaban sus cuotas, es más, se pueden contar con los dedos de la mano. A mi amigo le dije cuando nos despedíamos que se tendrán que decir en este debate, ¿no son los dos del mismo partido? No comprendo a ninguno de los dos finalistas, al señor Casado y a la Santamaría cuando han pregonado por activa y por pasiva que quieren un “un diálogo para un acuerdo” Señora Santamaría, sus adversarios son los del PSOE y Ciudadanos, no hay más. Los demás son fáciles de adivinar lo que son y usted que es tan lista los conoce mejor que nadie, ya que se ha enfrentado con estos en varios ocasiones según dice usted. No sé cuál de los dos engañará a quién, pero estoy seguro que tanto el Señor Casado y usted Soraya de Santamaría por lo menos a mi amigo no le engaña más nadie de ese partido.
Aquí hay mucha leña que cortar, el hacha la están afilando. Estos dos enigmas los conocemos todos, pero aún queda la tomadura de pelo a todos los simpatizantes de este partido que al fin y al cabo son los votantes, los que deciden y ganan las elecciones.
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