Otra forma de manipular la realidad
Se habla mucho del abandono de Tele 5 por parte del ahora ministro Maxim Huerta. Se dice que había decidido abandonar la televisión para dedicarse a escribir. Ese es un motivo que parece muy romántico pero, por otro lado, parece estar bastante alejado de la realidad.
Es más, sus ex-compañeros de trabajo han ensalzado al personaje instalados, como es habitual en estos casos, en el peloteo continuo que se hace a alguien que consigue un puesto como el conseguido por Huerta. Y aunque todo eso queda muy bonito y dejaría a Huerta como una persona con grandes principios, parece que nada de eso es verdad y los motivos de su marcha de Tele 5 son mucho más simples.
Publicado en varios medios
Según publican varios medios, el motivo del abandono de la no continuidad de Huerta en esa televisión es tan simple como que la propia cadena no le renovó el contrato. Puede quedar mucho más terrenal y mucho menos romántico para un ministro tan “chachi”. Pero el caso es que a Huerta le habría pasado lo mismo que les pasa a muchas personas en sus trabajos y a otros muchos en su profesión.
Tal y como publica lamoscamediatica.com, el día de su marcha de Tele 5, Huerta afirmó “Me he sentido salvado por ti en la cadena, y sé que es algo que no se puede decir”. Reconociendo además haber sido llamado por otras cadenas, pero no por Tele 5.
Con lo cual, “menos lobos, Caperucita”, la realidad es la que es y punto. No tiene nada de malo el que una cadena televisiva no le haya renovado el contrato, lo que es absurdo y ridículo es que se inventen historias absurdas para intentar quedar bien.
Esto es una mierda de artículo.
Querer provocar un debate sobre si se despidió él o no le renovaron contrato es patético.
¿No tenéis nada más “demolador” que denunciar de este ministro?
No sé si me provocas risa o ternura en este absurdo pataleo.
Vete a hacer un verdadero reportaje, anda…
Don Francisco, tómese una tila. Es más patético tomarse un tiempo para dejar un comentario en lo que uno mismo considera una “mierda de artículo”, que todas las “mierdas” de artículos que se puedan escribir. Si a cada “mierda” que se vaya usted encontrando por el camino le tiene que dedicar unos segundos de su “preciado” tiempo, es que lo que tiene en el cerebro deja mucho que desear.