ETA estaba perpetrando un atraco en una sucursal del Banco de Santander en Barcelona
En la primavera de 1975, ETA iniciaba una estrategia de atracos a entidades bancarias de Madrid y Barcelona. En Barcelona ya habían realizado varios atracos y aquel 6 de junio de 1975 pretendían hacer lo mismo con una sucursal del Banco de Santander. Esta estaba situada en el número 70 de la calle Caspe.
Los terroristas entraron en la citada sucursal con la intención de hacerse con un botín de 425.000 pesetas que había en caja y una cantidad superior no contada que habían recibido en un transporte blindado. Encañonaron a los clientes y empleador con revólveres y metralletas. Les avisaron, además, que se trataba de un atraco político.
Una de las empleadas activó la alarma interior que conectaba directamente con la Jefatura Superior de Policía. Hasta allí acudió una patrulla más dos agentes que se encontraban tomando un café en un bar justo enfrente del banco.
Comenzó un tiroteo
Cuando los etarras abandonaban la entidad bancaria se encontraron con los agentes de la Policía y comenzó un tiroteo. En ese tiroteo, el cabo primero de la Policía Nacional, Ovidio Díaz López, fue alcanzado por siete disparos. Uno de ellos le atravesó el corazón, lo que le causó la muerte. Tras el tiroteo, todos los etarras excepto uno que resultó herido consiguieron escapar.
Mes y medio más tarde fueron detenidos en Barcelona los etarras Ignacio Pérez Beotegui, alias Wilson, responsable de los grupos especiales de ETA, y Jon Paredes Manot, alias Txiki, sorprendidos por la Policía cuando se disponían a cometer un nuevo atraco bancario. Paredes Manot fue acusado de intervenir en el tiroteo que acabó con la vida de Ovidio Díaz. Fue juzgado en Consejo de Guerra sumarísimo y condenado a muerte.
Ovidio Díaz López tenía 31 años. Estaba casado y su mujer estaba embarazada de su primer hijo. Fue enterrado en La Coruña.
D.E.P. Ovidio Díaz López, cabo primero de la Policía Nacional asesinado por ETA el 6 de junio de 1975.
