Acabo de leer una valoración del día 14 en la tercera de ABC, cuyo escrito me ha dado la razón en algunos de mis considerandos que en ocasiones he tenido que escribir sobre nuestra justicia, tan manoseada y distraída en varios de los asuntos que ha tenido que hacer justicia. Este escrito me ha parecido interesante dejándome una línea recta sobre estos alegatos judiciales. Para mí que no soy sabedor y viendo las variadas extensiones en sus definiciones de las condenas y punición de los mismos, me dejan dudas y por qué no decirlo las tardanzas en las sentencias.
Ernesto Ladrón de Guevara dice en la Tribuna del País Vasco el día 6 de enero del año pasado lo siguiente: “Iñaki Ezkerra es una de las personas de mayor honestidad intelectual que conozco. Escritor fecundo, articulista clarividente y con aguda ironía que revela una inteligencia fuera de lo común, no tiene reparo alguno para decir sus verdades del barquero, sin casarse con nadie, sin tener servidumbres de las que tanto abundan en el mundo…” pues bien, este escritor dice en la tercera página de este periódico: ”¿Qué mayor violencia cabe que quienes controlan una institución estatal la usen contra el propio Estado y la ciudadanía. ¿Qué es la pistolita de Tejero al lado del hemiciclo entero del Parlament que los secesionistas han convertido en un búnker para violentar a la democracia española?”
He leído varias veces esta página entera, merece la pena que lean esta estupenda reflexión, la cual no me deja dudas, e incluso no tengo ahora mismo palabras que exponer siguiendo la reglas del juego que manifiesta este escritor para argumentar con vocablos nuevos el sentir de este con el mío. Ha dicho todo cuanto ha tenido que decir en estos asuntos de la Manada, de TV3 y de la intentona golpista catalana donde especifica que ha sido “el alma del crimen” empleada contra el régimen Constitucional del 78, cosa que yo he promulgado en varias ocasiones.